viernes, 7 de octubre de 2011
Capítulo 24: "No todo es tan fácil"
Efectivamente, como Tom había anunciado, a penas era medio día y ya me habían dado de "alta". Debía seguir en reposo pero en mi casa.
Los periodistas hicieron un par de muchas preguntas al salir pero solo me limité a decir "Estoy bien, gracias", ni siquiera sé que dijeron.
Cuando llegué a casa me encontré con una escena que no me gustó mucho. Mi hermano estaba en cama, con fiebre y su tierna carita decaída. Verlo así me partió el alma.
La semana pasó rápido y mi dolor también, ya el fin de semana no sentía casi nada. Pero no era igual la situación de mi hermano. Cada día empeoraba más y no podíamos hacer nada. El lunes, es decir, mañana, tendrían los resultados de sus exámenes, pues al principio pensamos que era un resfriado o algo por el estilo pero al parecer no era nada de eso...
-¿Puedo volver al instituto?- pregunté algo desanimada aquella noche a mamá. Extrañaba ver a mis compañeros y además la situación de mi hermanito no me tenía de los mejores ánimos.
-Intenta, mañana intenta reintegrarte. Si la situación se sale de control te vienes- advirtió severa- Mañana iré a ver lo exámenes de tu hermano y te paso a buscar, ¿bueno?
Asentí lentamente antes de retirarme a mi habitación. Estos días me habían venido a visitar los chicos a diario, y mis amigas también. Tom era el que más tiempo pasaba a mi lado y no sabía cuanto se lo agradecía.
-Si hay algo mal mañana, paparazzis o algo- comentó mi novio por celular- me llamas y te voy a buscar con un escuadrón de guardias.
Reí al imaginar la situación. Quizás mañana todo cambiara y mi vida volvería a ser lo de antes, una vida normal.
-Sí, claro- murmuré para mi misma ante ese pensamiento- en un mundo paralelo todo será normal como antes.
Para mi suerte ya había colgado el celular o si no Tom habría escuchado eso último.
Dormí con un poco de dolor en el alma. No me acostumbraba a la nueva vida y no era tan fácil como yo creía, debía ser fuerte
Cuando desperté el sol se ocultaba tras un par de nubes. El otoño se hacía presente con fuerza y el tiempo ya comenzaba a estar más helado.
El aire se colaba por entre las ramas semi-desnudas de los árboles dejando un leve susurro sin sentido.
-Nos vemos más tarde- se despidió mamá cargando a mi hermano- que te vaya bien.
-Gracias- respondí depositando un beso en la mejilla de mi madre y miles en la de mi hermanito que aún seguía cálida por aquella detestable fiebre.
Tom se había ofrecido a llevarme al colegio en su auto. Tenía vidrios polarizados por lo que nos sería más fácil pasar desapercibidos.
-Hola hermosa- saludó cuando toqué su puerta, o la de su madre- ¿estás lista?
-Claro- respondí envolviéndolo en un fuerte abrazo- gracias por esto.
Tom iba a decir algo pero la voz de su madre nos interrumpió.
-Cariño- Simone movió un poco a su hijo para acercarse a mí- espero que te vaya muy bien hoy- sostuvo sus manos con las mías un par de segundos y luego las dejó caer- más tarde hablaremos, ¿sí?- susurró ahora más bajo- cosas de chicas.
Se despidió con un guiño cómplice y con Tom emprendimos camino.
El instituto me pareció lejano al estar estacionada afuera. Todo se veía tan normal que me daba un poco de miedo... Los chicos amontonados en la entrada, el inspector apurando a algunos para entrar... y yo, ahí tan solo a unos metros, atemorizada.
-Vamos, no es tu primer día de colegio- comentó mi acompañante ante la evidente cara de terror que tenía.
-Parece que si lo fuera- respondí bajito.
-¿Te acompaño a la entrada?
Lo miré con cara de "WTF?" y luego de darle un rápido beso me bajé antes de que se le ocurriera otra idea desquiciada y me llegase a convencer. Debía proteger un poco la intimidad que me quedaba.
Cubierta con una capucha y un gorro caminé cabizbaja hasta la entrada del colegio. Pude sentir como las llantas del auto aceleraban a mis espaldas y me sentí sola, él se había ido.
Como si no fuese obvio me ocurrió lo mismo de siempre, alguien se interpuso en mi camino y choqué.
-Más atenta pequeña- sentí una voz bastante familiar a mi lado- un momento... tú...- vaciló- ¡(tu nombre)! ¡Has vuelto!
Lo callé rápidamente con una mano y asentí contra su cuerpo. Era Logan, mi muy querido amigo.
-Sí, volví pero no tiene por qué enterarse todo el colegio- sisee por lo bajo ante las evidentes miradas de todos quienes nos rodeaban.
-Lo siento- su voz ahora sonaba más baja- que emocionante tenerte de nuevo con nosotros...
Entramos placticando al instituto sobre las trivialidades de los días que estuve en cama, no había sido mucho... el resto de lo que me había pasado antes era sabido por medio mundo.
Cuando entré al salón todos se giraron a verme. Algunos comenzaron a susurrar cosas para mi desconocidas, otros se hicieron los desinteresados... pero Pía y Carmen se acercaron corriendo a mi lado, seguidas por un par de personas más que no eran importantes.
Me comenzaron a interrogar sobre por qué había venido y cosas por el estilo. Me limité a responder lo justo porque habían más personas presentes, más tarde les contaría más detalle.
El profesor me saludó algo sorprendido, como todos los que me veían, y procedió a dar su clase. Todo parecía bastante normal.
En el recreo me llamó mamá y dijo que no podría venir a buscarme pues habían internado a mi hermano para estabilizarlo un poco más. No me dio más detalles por lo que quedé bastante preocupada.
Intenté distraerme con cualquier cosa mientras las chicas habían ido a comprar algo para comer. Me senté lo más retirada que pude del jardín principal y comencé a mirar las nubes blancas y perfectas que adornaban el cielo.
Visto desde aquél lugar, el cielo se parecía mucho al cielo que contemplaba a diario desde (tu país). Siempre me había dado paz ver esas nubes tan esponjosas, parecía que podía flotar sobre ellas y hundirme en su espesura para salvarme de todo lo que me asustaba.
Eso parecía, pero eso no era lo que hacían. Como hubiese deseado volver a creer que eso en realidad pasaría.
Mis amigas tardaban más de lo que yo deseaba y ya me estaba empezando a desesperar el hecho de estar tan sola y que todos se giraran a mirarme con susurros diciendo "Ella es la que..."
Sí, en parte tenían razón. Yo era la que habían visto en televisión, la que era novia de un guitarrista, la que había caído en una tonta trampa... pero ellos no tenían por qué hablarlo tan indiscriminadamente en mi cara, era cansador.
Que engañador aquél modelo idílico que tenemos todos de la vida del espectáculo. Medité mil veces si aceptar o no la oferta de Teresa y lo hice, medité mil veces si salir en escena y lo hice... medité si venir al colegio y lo hice... ¿y qué conseguí? Nada muy productivo.
-Es ella- oí un murmuro nuevamente- le a....
Una chica hablando por teléfono se cruzó a unos metros de distancia, suficientes para no escuchar todo lo que decía. Me sentí paranoica por pensar que aquella chica se refería a mí, incluso imaginé que llamaba a un montón de periodistas y...
-Volvimos- sentí la voz de Carmen atravesando la barrera de mi mundo mental, salvándome justo antes de entrar en un colapso.
-Que bien- exclamé en un suspiro casi ahogado.
La mañana transcurrió más normal de lo que yo creía y eso me gustó. En los recreos salí a hablar con Logan y las chicas y en el salón puse la mayor atención posible. Me costaba bastante pero lo lograba.
-¿Vas sola a casa?- interrogó Pía apenas tocaron para salir de clases.
-Sí, mamá no puede venir a buscarme...
-Te acompañaría- comentó con algo de culpabilidad mi amiga- pero tengo que salir con mamá...
-Yo igual lo haría- Carmen se hizo oír- pero mi hermano tiene una presentación en su colegio ahora y no puedo...
-No importa- dije, pero si importaba, me sentía sola- vayan a lo que tenían que ir, yo puedo arreglármelas sola...
Me despedí rápidamente de todos y salí del lugar. Quería estar en mi casa nuevamente y pronto.
Cuando iba llegando a la salida del recinto me encontré con una sorpresa. Una barrera... Ojalá hubiese sido una barrera de cemento o ladrillos pero no, eran periodistas, muchos periodistas en la entrada del instituto.
Me quedé congelada mirando la escena y justo en ese momento alguien gritó mi nombre. No era una voz conocida y provenía de esa barrera... era la chica que había pasado hablando por teléfono ante mí, no era paranoia.
Maldije con todas mis ganas- mentalmente, claro- a todos lo que estaban ahí parados frente a mí. Los odié a todos y cada uno de ellos por estar en ese momento de mi vida, por interponerse en mi camino con aquella mirada de querer siempre más información.
-Diablos- susurré contra el suelo, molesta, y di media vuelta para correr a los baños, pasar por entre ellos no sería buena idea.
-Tom- dije angustiada cuando el teléfono dejó de sonar- ven a buscarme por favor... creo que ya adivinaron donde estoy...
-¿Estás segura?- preguntó igual de angustiado.
-Los acabo de ver... y ellos a mí...
-Espera unos minutos y estoy allá.
Los minutos se me hicieron horas y para pasar el tiempo salí a caminar por el patio, alejada de los periodistas.
Un montón de guardias se acercaron a mi lado y fui rodeada por ellos, para mi suerte y asombro, pasaron por la barra de periodistas sin que apenas me vieran.
Me dirigieron hasta un lugar que no vi- porque me sobrepasaban en altura por bastante- e ingresé a un auto.
Al sentarme en aquél vehículo lo sentí tan espacioso... luego de ir entre tantos hombres grandes y fuertes, eso era como un colchón de plumas.
-¿Estás bien?- la voz más ronca y hermosa del mundo repliqueó en mis oídos un millón de veces apenas acabada la frase... ahora ya no estaba sola.
-Eso creo- reí con ironía- pensar que eso del escuadrón de guardias me parecía un chiste...
Él se unió a mis risas y nos reímos del mundo por un instante. Reírse calmaba el alma -escuché una vez- así que era lo mejor que podíamos hacer.
Tom me fue a dejar a casa pero como no había nadie fui a la suya. Recién ahí recordé que Simone quería hablar conmigo.
-Yo tengo que ir a buscar a Bill al estudio de grabación- indicó desde la puerta de aquella casa- estabamos en eso cuando...
-Ve luego hijo- le apuró Simone- yo me quedo con ella.
Le lancé un rápido beso y se marchó. Simone me miró con cara de que ya no podía más con el misterio y se largó a hablar...
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Hola!
Aquí habla la escritora más colapsada del mundo :c
He tenido una semana de los mil demonios D: pruebas, estar hasta tarde fuera de casa, tareas... fracasos... mejor ni recordarlo...
Pero he aquí el medio de desahogarme *-* Por eso me gusta escribir... y yo creo que por eso el capítulo salió largo...
Espero no aburrirlas D: Creo que ya no sirvo para nada... malditos cambios de ánimo D:
Ojalá me alegre pronto jaja
Las Adoro un montón <3
Gracias por todooooooo :]
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wooo!!!...me encanta u fic!!!...es buenisisisima!!!...es la unik q leo de Tom..!!..xq m encanta!!!...escribes genial!!!..ii se sient tan real!!!..jajaja..espero ii subas pronto el proximo cap!!!...este me encantoooo...siguela pronto..bye!!
ResponderEliminarBacanisimo *W* kaakjka xd Simone que querra ... xd wkajkaj te adoro Fea C: que semana si hasta yo la odie k9 Fuckin semana wkajkajka xd te adoro Fea, por suerte esta semana se nos viene rica C: xd
ResponderEliminarque tendra el hermanito..?? ojal no sea nada grave :/
ResponderEliminares muy cierto el mundo de la tele es muy hipocrita y con tal de ser vistos hacen lo q sean ..!!
sube prontoooo esta hermoso el captulo...!!
cuidate y relajate mujer :)