lunes, 26 de septiembre de 2011

Capítulo 22 "Por ti..."


 Cuando llegamos al piso de nuestro destino, nos encontramos con un montón de gente corriendo de un lado a otro.
 Tuve la sensación de que todo ellos me harían algo malo. Sí, ahora temía a los estudios televisivos y todo por...
-Tomen asiento- indicó un hombre luego de saludarnos.
-No tienes un lugar más...- Tom vaciló- privado.
-Sí, aquí estamos a vista de todos- agregó su gemelo.
-Ok, síganme- ordenó aquel hombre alto y rubio.
 Atravesamos un par de habitaciones hasta llegar a algo que parecía ser un camarín, pero lleno de útiles de aseo. No tenía puerta, por lo que podíamos seguir viendo el tránsito de gente atareada, pero estaba más alejado de todo.
-Gracias- dijo mi novio seriamente, se notaba nervioso.
 Comencé a mirar hacia el frente pero la vista no me favorecía. Ver todo aquello tan cercano y familiar, que solo me había tocado enfrentar días atrás, me hacía poner nerviosa y comencé a tener miedo. Miedo a todo lo que me rodeaba.
 El aire pareció enrarece y me costó un montón respirar. Me sentía sola, sola en aquél lugar lleno de gente.
 Giré hacia mi novio en busca de ayuda. Quise mirar a través de esas gafas oscuras, que lo cubrían, y encontrarme con sus hermosos ojos para hallar en ellos paz, pero no, ahí seguían mirando hacia un punto, para mí desconocido, de aquél estudio.
-Tom- gemí bajito a punto de llorar de nervios- te necesito.
 El interpelado giró con aquella oculta mirada dirigida, ahora, hacia mí y sonrió.
-Estoy contigo- respondió con tono de decir algo obvio.
-No es suficiente- susurré aferrándome a su brazo.
 No sé como descubrió lo que justo necesitaba, pero ahí estábamos, pocos segundos después de soltar mi pedido, aquella necesidad, besándonos.
 Como si leyera mi pensamiento, se quitó los lentes y continuamos nuestro beso. Nos miramos por unos segundos a los ojos y luego ambos volvimos a cerrarlos, era lo que necesitaba.
 Que mágica droga me ofrecía este chico y que rápidos efectos tenía.
 Sentí un carraspeo suave a nuestro lado y detuvimos nuestro beso en el acto.
-Chicos- dijo Bill medio divertido, medio avergonzado- el programa está por empezar y...
-No molestes Bill- agregó su hermano antes de apoderarse nuevamente de mis labios y comenzar a masajearlos con ese delicioso pircing.
 No pude disfrutar de aquello por mucho porque pocos minutos después llegaron un par de chicas a informarnos que, en realidad, el programa ya iba a comenzar.
 Aquellas chicas venían a maquillarnos, peinarnos, etc... pero no aceptamos nada, íbamos por algo puntual.
-Solo faltan 5 minutos y estamos al aire- anunció aquél hombre que primero nos llevó a aquél lugar. Al parecer él era el famoso amigo de los chicos.
 Se suponía que en el programa solo nos iban a dejar hablar... y si preguntaban, serían cosas para complementar nuestro discurso. Nada de preguntas con trampas, bromas, nada. Ya estaba saturada con eso.
 Creo haber vivido los 5 minutos más largos de mi vida. Parte de mi deseaba correr fuera de aquél lugar y esconderse en algún lugar de la tierra, con Tom, por siempre, sin que nadie molestase... pero esa era la parte cobarde. Mi otro "Yo" deseaba que todo comenzara pronto para que, de igual modo, llegase a su fin.
 Las paredes rayadas de aquél lugar me mareaban. Comencé caminar y contar las lineas blancas que habían y de pronto me maree, no era buena idea.
-Estás bien?- preguntó Tom que me seguía con la mirada y vio mi leve vacilación.
-Claro- respondí de forma automática y volví a tomar asiento- ¿se han retrasado?
-No linda- respondió de inmediato- solo han pasado 3 minutos... y algo... cálmate.
 Bill me miraba divertido, algo que me dio un poco de rabia.
-No te rías- le advertí- o te golpearé.
 Mi comentario le causó más gracia y claro, lo golpee. Me devolvió el golpe un poco más suave y comenzamos a jugar de ese modo, así pasó más rápido el tiempo.
-Vamos chicos- nos llamó el hombre que dirigía eso, interrumpiendo nuestra lucha- es hora.
 Nos pusimos de pie casi de modo automático y le seguimos de cerca. La gente se detenía a nuestro alrededor a observarnos, algunos con malicia, otros sorprendidos y los menos, simplemente indiferentes.
 Tomamos asiento en un rincón del estudio donde se desarrollaba el programa y esperamos ahí. La cámara enfocaría primero al conductor del programa y luego, cuando nos presentaran, abriría la imagen hasta nosotros.
 Tal y como se había programado, el chico, luego de hacer una pequeña introducción y anunciar que "tendrían una entrevista exclusiva que había sido solicitada solo para aclarar cosas", textualmente, nos presentó.
 No habíamos preparado nada. Cuando la cámara giró hacia nosotros tuve un pequeño ataque de pánico, otro más, y me aferré al sillón en el que estaba sentada para no salir corriendo. Al parecer los chicos lo notaron porque tomaron la palabra de inmediato.
-Ante los últimos acontecimientos debemos aclarar un par de cosas para que no nos sigan acosando, ni a nosotros- Tom apuntó a su hermano y luego a él mismo- ni a ella- repitió la acción luego conmigo.
-La idea no es ser algo así como... matones- agregó Bill- pero no queríamos involucrarla y bueno, se dio.
-Si quieren saber la verdad, sí, ella es mi novia- dijo de golpe mientras yo solo miraba hacia todos lados buscando una forma de escapar. Al finalizar esa frase giré rápidamente a verlo, no pensé que sería tan directo.- Y espero que vosotras queridas fans- miró la cámara por un par de segundos- me comprendan...
 No sabía que decir... ¿qué podría agregar yo a eso? La verdad es que las super estrellas eran ellos, yo ni siquiera debí haber ido... con que Tom lo reconociera, tal y como acababa de hacerlo, bastaba y sobraba. Desee tele-transportarme a casa.
 Se produjo un momento de silencio absoluto. El conductor nos quedó mirando, todos en el estudio nos quedaron mirando, y, pasados los segundos de ausencia de sonido, comenzó a formular una pregunta.
-¿Por que han querido venir a aclarar esto tan rápidamente? Generalmente las estrellas prefieren alargar estas cosas para tener más atención mediática y todo eso...
 Bill comenzó a hablar pero no le puse atención. Tom había declarado lo más importante, aquello que nunca pensé contar al mundo pero que, sin embargo, el había podido decir sin problemas, aceptándome frente a todos.
 Que maravilloso chico tenía a mi lado. No podría usar la palabra "hombre" porque no, para mi era un chico, es un chico... solo 20 años y ya me tiene loca.
 Desee tirarme sobre él y llenarlo de besos hasta que nos ahogáramos de placer pero no, recordé que estaba frente a esas cámaras.
 ¿Que sería de mi vida en estos momentos de no haberlo conocido? Muy seguido me planteaba esa pregunta y ahora tenía la respuesta. Mi vida sin él no sería nada.
 No me refería a la frase suicida de "Sin ti no vivo", típica de parejas, más bien me refiero al hecho de que hubiese seguido viviendo lo mismo de siempre. Nunca imaginé estar en un lugar como ahora lo estaba.
 El chico que me sacaba de este mundo, aquél que me hacía vivir en una nueva realidad tan cercana a esta y a la vez tan lejana que enloquecía, estaba sentado ahí, a mi lado, y acababa de tomar mi mano sonriendo.
 El joven que nos entrevistaba notó esto y alejó un poco la atención de Bill que parloteaba sin parar de no sé qué. Con mucho respeto se volvió a nosotros y me hizo una pregunta que mi mente no procesó.
-¿Me puedes repetir lo que has dicho?- pregunté un tanto avergonzada.
-¿Qué puedes contarnos acerca de la experiencia de conocer la banda?- Bien, por lo menos la pregunta no se refería a nada tan privado, ni tampoco a algo sobre Tom y yo específicamente.
-Ha sido genial- comenté- los chicos son muy simpáticos e infantiles- los gemelos me miraron algo molestos, pero en broma- y realmente son talentosos...
 Pensé en contar cuando los conocí... cómo había sido todo pero preferí abstenerme. Hablar demasiado no era bueno.
 Aprovechando una pausa comercial, no muy larga, le pregunté a Tom por qué seguíamos ahí, ya habíamos dicho lo necesario, y él me confesó que aún debíamos estar 10 minutos más en escena pues ese era el precio que había cobrado su amigo. Media hora de nuestra compañía.
 Cuando el programa volvió al aire, pude ver como en un rincón del set preparaban algunos instrumentos. Interrogué a Tom con la mirada y este solo me sonrió algo avergonzado... supuse que de el hecho de no contarme las cosas completamente.
 Todo ese sacrificio de estar tanto tiempo al aire, tocar en vivo... todo lo habían hecho para poder aclarar las cosas... eran unos ángeles.
 Cuando quedaban cinco minutos de nuestra participación- lo sabía porque miraba el reloj a cada rato- vi como una masa de gente, o alguien demasiado obeso, iba abriéndose espacio entre las personas de producción que rodeaban el lugar. Era una masa de gente, guardaespaldas con dos caras muy conocidas, el resto de la banda.
 El conductor nos despidió, agradeció por todo, y dio paso a la mini-presentación de los chicos.

------------------------------------------------------------------------------------------------
 Hallo! :]
Deben admitir que este quedó algo más largo, no sé si mejor, pero más largo...
Woow... todo pasó y ya... quería que pasara :]
Aw... en dos días se cumplen 10 meses desde que TH vino a Chile :c no puedo evitar recordarlo... D:
Espero que hayan disfrutado el cap
Las quiero-adoro un montón <3
Gracias por toooooooooooooodo!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Capítulo 21: "El mañana es hoy..."


 El sol de aquél mañana me despertó con un poco de luminosidad extra. Desperté con un poco de dificultad y extremada paz. Paz, sí, esa era la palabra.
 Sentía mi mente en otro mundo, quizás la realidad actual era demasiado estresante, o muy aburridora, no lo sé pero ese estado de serenidad me asustaba pues debía estar más atenta que nunca.
-Debes despertar (tu nombre)- me dije a mi misma en un susurro para que no se notase mucho que hablaba sola- no puedes decepcionar a quienes te rodean y menos ser una cobarde.
 Me levanté rápidamente y me vestí con lo que me sintiese más cómoda. Mi pequeño monólogo me había infundido un poco de ánimo pero no lo suficiente como para tapar aquella extraña y molesta paz.
 Bajé las escaleras a saltos y saludé a mamá, quien me esperaba con un rico desayuno. Las ganas de contarle mi plan del día de hoy eran grandes pero las aguanté, no podía traicionar a mis secuaces ni a mi decisión personal.
 Me asomé por la ventana, por primera vez, y pude notar como a las afueras del lugar aún quedaban unas cuantas camionetas. ¿No se irían? Al parecer había una sola respuesta para eso: NO.
 Quise salir y gritarles a todos que se metieran en sus propias vidas pero no. Diablos, quería hacer tantas cosas y mi mente le encontraba una contradicción a todo, no estaba bien.
-Te busca Tom- gritó mamá mientras yo me cepillaba los dientes en el segundo piso- ¿Le digo que suba?
 Grité, con la boca llena de espuma, algo que quiso sonar como un "Si" y a los pocos segundos mi novio ya estaba a mi lado cuando aún yo no terminaba mi rápido aseo.
-Te ves muy linda- comentó mientras me acomodaba el pelo.
-Gracias- respondí un poco sonrojada- ¿A qué hora...?- dejé la frase inconclusa para ahorrar los nervios que me producía el solo pensar en eso.
-Después de almuerzo quizás...
-¡No!- le interrumpí de inmediato- Con comida en el estómago terminaré vomitando.
 Tom río ante mi comentario un tanto desatinado y me apuró para salir pronto. Mientras más rápido, mejor.
 Mamá nos miró extrañada al ver como salíamos rápidamente de casa pero no alcanzó a preguntar nada. De todos modos nos responderíamos.
 Esperamos que Bill saliera de casa, él también nos acompañaría, y montamos el auto de Tom sin esperar más. A los pocos minutos ya estábamos ante la barrera de periodistas.
 Las cámaras y los micrófonos se agolpaban en las ventanas semi-polarizadas del Audi de mi novio. Nadie respondió ninguna pregunta, no sonreímos a la cámara ni tampoco la esquivamos, solo atravesamos eso y ya.
 Camino a nuestro destino final, nos venían siguiendo un par de camionetas antes estacionadas cerca de mi casa.
 Podía sentir como mi cuerpo se iba inundando de adrenalina, cómo cada partícula se iba contagiando de esa sensación de querer hacer todo y solo desee estar pronto en el lugar que queríamos. Tom me había sentado de copiloto e iba tomando mi mano.
 El paisaje reflejaba una carretera rápida y monótona. Los autos, de variados colores, no lograban deshacer esa sensación de que todo era igual, de que el mundo no aceptaría un cambio muy drástico. Sí, podían haber miles de colores pero ninguno era nuevo, nada del otro mundo.
 Que ganas de inventar algo nuevo, de crear un color inimaginable y mostrarles a todos ese nuevo color... sentirme algo distinta.
 ¿A qué venían todos esos pensamientos? Estaba por enfrentar a medio mundo e iba pensando en crear algo inexistente... Quizás una parte de mi anhelaba aparecer en un mundo de mentira, quizás el miedo no me dejaba pensar en paz y no lo quería admitir. ¿Para qué auto-engañarse?  Moría de miedo.
 Sentí que alguien repetía mi nombre reiteradas veces y me devolví a la realidad, Bill intentaba llamar mi atención.
-¿Estás bien?- preguntó
-Sí- respondí como un reflejo, antes de procesar la pregunta. Luego de realizada esta acción noté que la respuesta había sido acertada.
-No lo parece... ¿estás segura de que quieres llevar esto a cabo?
-Sí Bill, sí- repetí ahora consciente de lo que decía- El mundo no se acabará ni las fans me tragarán.
 Ambos rieron ante ese comentario, mi cuñado lo había hecho el día anterior.
 Comencé a rememorar el plan para poder concentrarme, no era la gran cosa pero debía estar segura de todo.
 Los gemelos me habían propuesto, el día anterior, ir a un canal de televisión y aclarar todo, quizás "asumir" era la palabra más adecuada. A qué se refería ese "todo". Simple. Asumir que Tom y yo teníamos una relación, que conocía a los chicos y bueno, eso. De paso aprovecharía de dar a conocer al canal de televisión que me tendió la trampa, de que habrían medidas legales, habían vendido mi vida.
 ¿Qué sentido tenía todo? Bueno, no ganaba nada con seguir luchando contra aquel fantasma que me asechaba eternamente. De seguro en algún momento ellos se cansarían pero yo no estaba dispuesta a esperar que eso sucediera. ¿Qué se suponía que haría ese tiempo? Claramente no me quedaría en casa, sola, aburrida y encerrada. No era mi ideal de vida.
 Comencé a reconocer la cuidad ya estando cerca de aquél famoso lugar lleno de casas televisivas. Un intenso sudor frío comenzó a inundar mi rostro; casi podía sentir los montones de cámaras en mi rostro e imaginar a las miles de personas que verían la escena.
-No me dejes sola- susurré a Tom mientras este estacionaba el auto en el canal que nos acogería este día.
-Eso te lo prometo- respondió luego de apagar el vehículo y quitarse el cinturón- ahora acabemos con todo.
 Los dos chicos que me acompañaban procedieron a ponerse gafas oscuras, cosa que yo imité a malas ganas, odiaba eso, y Bill dio la señal para bajar. Si tardábamos más el lugar terminaría infestado de periodistas.
-¿No llamaste a los guardaespaldas?- preguntó el menor de los gemelos mientras yo me acostumbraba al suelo, parecía que mis piernas no soportarían recorrer los 100 metros que nos separaban del edificio.
-¿No era tu trabajo?
-Claro que no idiota- contestó ahora en un tono molesto- Yo conseguí el espacio en la TV... Diablos Tom, no se te puede confiar ni una simple tarea.
-Ya no importa- intervine un poco histérica- vamos pronto por favor.
 Bill hizo una rápida llamada e indicó a los guardias que viniesen lo antes posible para cubrirnos a la salida.
-Entremos- ordenó Tom y todos obedecimos.
 El edificio me pareció más grande que cualquiera. Aferrada a la mano de Tom atravesé la puerta y me congelé al ver a tanta gente.
-No pares hermosa- susurró Tom solo para mi- debemos llegar pronto al estudio.
 Hice un esfuerzo sobre humano para poder hacer reaccionar a mis piernas pero lo conseguí, a los pocos segundos ya habíamos retomado la marcha.
 Podía oír a mis costados los murmullos de la gente. No me concentré en ellos para no caer en un nuevo estado de pánico por llamar demasiado la atención... y pensar que solo pocos días estaba plantada frente a una cámara de televisión, ansiosa por comenzar un nuevo proyecto. Ni que imaginara lo que esto me conllevaría.
-Vamos por las escaleras- ordenó uno de los gemelos, yo solo seguí el agarre de Tom- es en el tercer piso.

-------------------------------------------------------------------
Prometí subir pronto y así fue e_e
Aquí está el "mañana" jajaja Espero que les haya gustado... y espero volver a subir pronto, aunque dudo que lo haga este fin de semana.
Que tengan lindos días y gracias por comentar y leer <3
Las Adoro :D

jueves, 22 de septiembre de 2011

Capítulo 20: "Como una bomba de tiempo..."


 No quise voltear a ver a aquella persona, lloraría de nuevo.
-Tengo que ser consciente de lo que causé- dije destilando odio hacia mi misma- tengo que darme cuenta de lo ingenua que soy y cuando afecto a las otras personas... me cansé de estar encerrada en una burbuja de paz- acabé la frase alzando un poco la voz.
 La persona que estaba a mis espaldas se acercó lentamente hasta quedar en mi espalda, luego sus brazos me envolvieron completamente.
-¿Y qué ganas con eso?- susurró aquella voz en mi oído- Solo te lastimas pequeña...
-No lo sé Bill, no lo sé- respondí bajando la cabeza mientras mi voz se ahogaba en sollozos- pero quiero hacer algo... odio estar encerrada aquí dentro.
-Te comprendo tanto- suspiró- llevo varios años en este mundo y sé lo que se siente... sé la impotencia que da a veces cuando muestras sin querer algo que para ti era sagrado...
-Entonces si me comprendes- le interrumpí- ayúdame, por favor ayúdame.
 Me giró y se agachó hasta quedar de mi altura. Bajé la mirada por vergüenza de mi rostro empapado en lágrimas pero él, lentamente, comenzó a secar cada una de ellas.
-No sacas nada con seguir llorando- dijo sonriendo con ternura- solo haces que se me parta el alma...
 No dije nada y solo lo abracé, necesitaba cariño de alguien que no quisiera ocultarme las cosas. Quizás quería un cable a tierra, algo que me dijese "(tu nombre), has metido la pata".
 Nos quedamos hablando por un largo rato. Me contó algunas cosas que le habían pasado a lo largo de sus años de experiencia y cómo había salido adelante siempre. Sus historias me identificaron tanto que solo pedía más y más de estas.
-¿Qué hora crees qué es?- dijo luego de mirar su reloj.
 La verdad es que no conocía la respuesta a esa simple pregunta, ni idea tenía del tiempo pues había estado todo el día encerrada en mi habitación sin siquiera dar un vistazo a la ventana sellada por una gris cortina.
 Le hice notar mi idiotez y lo despistada que estaba y me dio la respuesta antes solicitada, ya eran casi las 9 de la noche.
-¿Y la hora en qué viene al caso?- consulté aún sin entender.
-Es hora de afrontar la realidad que te ha tocado- se estiró por sobre mi y tomó el control de la televisión con una mano, luego se dispuso a encender esta.-¿Estás preparada?
 Asentí tímidamente y me acomodé en el sillón donde estábamos hace horas, preparada para ver las noticias.
 La TV se encendió y rápidamente concentré mi atención en la pantalla. Me costó un poco asumir lo que veía al principio pero era verdad. Ahí estaba nuevamente yo, la repetición del programa, información que nunca recordé dar... fotos con amigas robadas seguramente de redes sociales... todo como un inmenso remolino de información a mi mente, colapsé.
-Bill por favor apágala- dije alzando un poco la voz- no quiero ver, no quiero... dime que es mentira...
 Quizás era mucho escándalo para una persona cualquiera, al fin y al cabo eran solo un par de fotos y vídeos, pero para mi no era así. Hasta en el colegio había sido medianamente reservada con mis cosas... y ahora todo el mundo me conocía.
-Ya pero no llores de nuevo- se oía un poco alarmado, seguramente mi expresión de no sé qué lo asustaba.
 En un par de segundos ya estaba de nuevo sollozando en sus brazos. Me sentía tan infinitamente débil por no poder enfrentarme sola ni al más nimio problema.
 Nos sentamos nuevamente en el sillón, pues yo me había levantado antes de mi pequeño ataque de hiperventilación, y Bill comenzó a tararear una canción para que yo me calmase... debo admitir que estaba dando resultados.
-¿Bill?- preguntó alguien, en un tono un poco molesto, abriendo la puerta de golpe. De inmediato me solté del agarre y alcé la vista.
-Hola hermano- saludó el recién nombrado con mucha calma.
-¿Qué hacen ustedes dos acá tan cariñosos?- Tom se veía muy molesto aunque intentase ocultarlo.
 Quise decir algo pero Bill me calló con una mirada, al parecer él quería hablar más.
-Paso un tiempo con (tu nombre), me necesitaba...
 Tom me miró indignado e hizo ademán de irse pero su hermano lo detuvo, al parecer Bill solo estaba jugando con él.
-Era broma idiota- dijo deteniéndolo por un brazo- ¿Ya no confías en tu hermano?- Tom lo miró algo avergonzado- ¿Celos?- continuó el menor de estos.
 El interpelado me miró y todos comenzamos a reír. Tom aveces se pasaba con sus celos pero no me importaba mucho eso, había que alegrar un poco la vida... Bill estaba para eso.
-¿Estabas llorando?- mi novio se oía un poco preocupado... pensé que no lo notaría.
-Supongo que sí- respondí sin mirarlo- pero ya pasó.
 Los chicos me acompañaron hasta bien entrada la noche. Debíamos hacer algo para remediar un poco todo, o calmar las aguas, y ese "algo" fue lo que planeamos con mucha dedicación, ahora nada podía ser al azar.
-¿Mañana?- preguntó Tom antes de irse.
 Asentí levemente y me despedí de él y su hermano de beso, claro, no el mismo tipo de besos pero eso no era importante.
 Mañana sería un día decisivo. Seguramente sería más fácil quedarme encerrada de por vida en aquella casa pero me era imposible e insoportablemente cobarde. Necesitaba salir a la luz y volver al colegio, a mi vida normal... o lo más normal posible.
 ¿Qué sucedería luego de todo esto? ¿Con qué ojos me miraría la gente en la calle? Para salir de este problema habían dos soluciones. La primera era esconderme de por vida, opción descartada desde un principio. La otra sería, con mucha seguridad, la opción más difícil... abrirme al mundo y dejar que cada integrante de este me conociera, reconocer con esto mi relación con Tom... y aceptar que sus fans me odiasen o amasen, como fuese el caso, supongo que sería lo primero.
 Sí, mañana era el día de elegir, en parte, la segunda opción de todo esto... abrirnos al mundo. No sé que resultados concretos obtendría... no sé si sería mejor o peor y mis padres no estarían al tanto de nada hasta verlo por ellos mismos, temía que no lo aceptasen.
 Me fui a dormir con un extraño sentimiento de traición hacia mi familia pero lo apagué rápidamente con otras preocupaciones. Mañana, mañana... el solo pensar en esa palabra me hacía estremecer... siempre debía existir un "mañana" pero ahora no era lo que me convenía.

--------------------------------------------------------------------------------------------
Hola!
Sí, es fome... pero continuará pronto, es más, ahora mismo comenzaré el siguiente cap porque o si no se me irá la idea... pero era mucho para un solo cap lo que tengo en mente ejejeje <3
Gracias por seguir leyendo esta cosa >-< porque a mi no me gusta D: me siento sin talento ya jeje pero eso es lo de menos... seguiré igual, hasta terminar este fic :]
 Las adoro lectoras <3 sean muchas, sean pocas, las adoraré siempre ^^

sábado, 17 de septiembre de 2011

Capítulo 19: "Luchando hasta con la sombra"



 Nos quedamos en su habitación recostados por bastante tiempo. El contacto con su cuerpo me hacía estremecer al recordar lo que recientemente habíamos vivido.
 Aún no era noche por lo que solo nos quedamos en ese lugar hasta que quisimos. Seguíamos con constantes besos, caricias... no queríamos volver a la realidad, aún era tiempo de nosotros... aún no había que romper nuestra hermosa burbuja de amor...

 Narra Tom.

 Cerré los ojos por un par de minutos, no para dormir, todo lo contrario, quería revivir todo lo que recién habíamos pasado. Aún se oía el eco en mi mente de su voz pronunciando mi nombre reiteradas veces, eso me encantaba.
 Sentí un suave suspiro a mi lado y al realizarse este su pecho se infló, rozando suavemente mi piel. Que ganas de volver a sentir sus manos recorriendo cada parte de mi pecho, aferrándose a mi espalda... aunque fuese un roce leve, me provocó mucho.
 Las horas habían pasado y nosotros seguíamos en la habitación. El sol estaba bajando pero eso no me importaba en absoluto.
 Estaba consciente de lo que nos esperaba al otro lado de esas paredes, aún más cerca, al otro lado de nuestro pequeño lecho de amor. Que cursi sonaba eso último.
 Amor... ¿cuántas veces había tenido sexo? Realmente no lo recordaba... pero esta vez sentí algo que solo había podido vislumbrar en las ocasiones anteriores, aquella extraña conexión.
 Sí, esta tarde no tuvimos relaciones por placer, por morbosidad... todo se había dado por la necesidad de estar unidos, o algo así pensé. Creo que eso era realmente "hacer el amor" que no es lo mismo que tener sexo.
 Podía sentir como ella se entregaba completamente a mi sin pedir nada más a cambio que reciprocidad. El estar en constante contacto con sus ojos, aquellos brillantes ojos, me hacía ver su alma, sentir lo que ella estaba sintiendo en aquél momento y estoy segura que ella lo vivió igual.
 Comencé a pasar mi mano por el contorno de su delicado cuerpo, pude sentir como se estremecía. Tenía unas ganas incontrolables de volver a revivir todo pero no quería abusar de su calma, estaba tan serena...
 Tenía miedo de enfrentar al mundo exterior, y no por miedo a los paparazzi, había vivido con ellos desde siempre, si no por miedo a que involucrasen a (tu nombre) con el mundo de la farándula y todo eso... luego no nos dejarían en paz.
 Ella aún me debía una explicación pero yo no se la exigiría. Me sorprendió mucho el verla en aquél programa, y más aún que no hubiese mencionado nada... ya hablaríamos de eso...

 Narra (tu nombre)

 Luego de darnos una ducha, arreglarnos y varias cosas más, nos preparamos para afrontar la realidad al otro lado de aquellos muros.
 Tom llamó a un par de guardias, que vinieron en seguida, y, luego de darme un prolongado beso, salimos de aquel hotel.
 Nos llevaron rápidamente al estacionamiento por lo que nadie nos vio, pero de todos modos habían periodistas en la entrada. Rogué que buscasen a otras personas, no a nosotros.
 Las luces de los flashes invadieron rápidamente el automóvil que nos transportaba; supuse que intentando por todos los medios conseguir una foto, habían fotografiado la mitad de los autos que habían salido de aquél recinto.
-No tengas miedo- susurró Tom contra mi oído cuando atravesamos la barrera de periodistas- no te dejaré sola.
 Llegamos a casa con extremada lentitud. Tuvimos que desviar un par de veces a los autos que nos seguían.
 Mis padres habían visto el programa, todo el mundo había visto ese programa por lo que nadie emitió comentario alguno cuando llegamos, solo me saludaron y corrí a mi habitación con Tom a mis espaldas.
 ¿Cómo enfrentar al mundo? Seguramente ahora la noticia estaba en boca de todos, de cada chica que seguía a la banda, de cada crítico sin tema del cual hablar... y esos estúpidos de "Worm TV" se debían estar llenando de dinero, vendiendo toda la información que habían acumulado de mí.
 Maldita inocencia. Ahora que veía todo lo que había causado tenía vergüenza de mirar al chico que estaba a mis espaldas, balanceándose hacia adelante y atrás, en un constante ritmo, para pasar el tiempo.
 Quería desplomarme en ese mismo lugar y romper a llorar para poder soltar toda aquella culpa y amargura que mi alma sentía pero no lo haría, no frente a él.
-Tom- mi voz sonó ahogada- lo siento...
-¿Sentir qué?- preguntó incitándome a hablar más.
-Siento el haberte ocultado esto- dije sin mirarlo a los ojos directamente- siento que por mi culpa ahora estemos en todas los medios de comunicación...
 Quiso decir algo pero no lo dejé o mi repentino ataque de sinceridad y determinación acabaría.
-Y siento también el hecho de haberte mentido para ocultar todo...- unos silenciosos sollozos comenzaron a salir de mi pecho- tengo tanta rabia de...
 Sus brazos me rodearon antes de terminar la frase y me deshice en ellos llorando. Quería volver el tiempo atrás, me detestaba por el hecho de haber arruinado nuestras vidas pero si no lo hubiese hecho... no hubiésemos vivido lo que hace un par de horas habíamos hecho.
-Ya no importa hermosa- susurró en un conciliador tono- lo que importa es que estamos juntos y así podremos luchar contra todo, hasta con las sombras si es necesario.
-Te amo- dije mientras los sollozos seguían convulsionando levemente mi cuerpo, firme por sus brazos.
 Esa noche Tom se quedó en mi habitación. Mis padres no opusieron resistencia alguna y por su parte... él ya era adulto.
 Cuando amaneció me sentía un poco perdida, como despertando de un extraño sueño pero no era así... seguía en el mismo planeta.
 Giré para ver si aquella última imagen que mi mente me entregaba de la noche anterior era real y así era, ahí seguía mi más lindo ángel, dormido, y con su mano descansando sobre mi vientre.
 Ese día no fui al instituto por razones obvias. Al parecer, según lo que había comentado mi padre en el almuerzo, en la entrada del condominio había una emboscada de periodistas que, por suerte, no los conocía.
 Mi familia no me regañó por nada, como yo creía, y la de Simone tampoco. En la tarde vinieron a casa todos para acompañarnos en nuestro pequeño refugio. Me sentía tan acompañada que me daba asco.
 Tom me había perdonado el hecho de haberle ocultado todo y eso aún me daba más rabia. Quería que alguien asumiera que me había equivocado, que alguien me llamara la atención pero eso no sucedía.
 Decidí encender la televisión, en algún momento del día, y me llevé una amarga sorpresa. Mi rostro estaba en varios canales de televisión y la gente especulaba y especulaba. En ese instante justo estaba sola... sola para poder llorar si quería, para poder romper la TV si me parecía lo mejor, pero preferí no hacer nada.
-No creo que sea buena idea ver eso- comentó una cariñosa voz a mi espalda- no te tortures más.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola! :3
Veo que les gustó el cap anterior *O* Eso me alegra... porque a mi no me gustó en absoluto ajajaj
Hum... terminar de escribir un cap a las 3 de la mañana creo que es raro... pero al fin lo terminé... eso es bueno.
Gracias por esperar cuando tardo en subir y por leer esta historia <3
Las Adorooo <3 :]

lunes, 12 de septiembre de 2011

Capítulo 18: "Forget the world "


 Giré a verlo y me encontré con una mirada desconocida para mi. Era un Tom distinto, un Tom asustado y a la vez ilusionado... un Tom que me mataba.
-¿Tu novia?- pregunté casi en un susurro, tenía miedo de alzar demasiado la voz y destruir ese hermoso sueño.
-Claro, mi novia- repitió acercándose- ahora el mundo se irá en nuestra contra y no quiero dejarte sola, no quiero que rumoreen, no quiero que te dañen- tomó aire apresuradamente- si van a decir algo... que lo digan con razón.
 ¿Quién dijo que los príncipes no existían? Quizás el prototipo de Walt Disney hoy en día no existía pero para mi, él era perfecto.
-Creo que si quiero- respondí mientras él llegaba hasta mi, depositando sus manos en mi cintura- quiero ser tu novia Tom.
 Su rostro, que hace unos segundos se veía preocupado, estaba radiante, sonreía como nunca lo había visto. En la misma posición que estábamos comenzó a moverme lentamente hacia un sillón que había en mi camerín y caímos ambos recostados en aquél lugar. Sus besos comenzaron a inundarme completamente.
 La habitación se tornó borrosa a mi alrededor o quizás yo estaba tan concentrada en él que el mundo dejó de tener importancia. Su respiración comenzó a ser parte de la mía, nos necesitábamos como al aire, como al agua para vivir.
 Por un momento olvidé todo. Recordaba dos cosas, él y yo... ¿cuál era la diferencia? Eso no iba al caso, solo eramos nosotros.
-(tu nombre)- dijo en un delicioso gemido- ¿vamos a casa?
-¿A casa?- Esa palabra me parecía tan lejana, todo el mundo me parecía un borroso recuerdo.
-Ajám...- asintió sin despegarse un centímetro de mi- o mejor a un hotel, donde sea...- puso su boca en mi cuello- pero larguémonos de este lugar.
 Nos levantamos al mismo tiempo de ese lugar y comenzamos a buscar una salida, claramente la puerta no era una opción, había gente ahí fuera.
 Dimos vueltas varias veces por el lugar, que no era ni tan grande, y al final nos dimos por vencidos, la única salida, además de la puerta, era una ventana pero Tom no caía por ese lugar.
-Eso te pasa por ser tan grande- dije burlándome de él mientras me arreglaba frente al espejo- si fueses pequeño, como yo, hubiésemos salido por aquél lugar.
-Yo no soy tan grande- dijo poniéndose detrás de mi- solo tu eres pequeñísima- susurró contra mi oído.
 Un escalofrío me recorrió completamente y giré a besarle. Estábamos volviendo a lo mismo de hace un rato atrás pero preferí soltarlo, luego de reunir mucha fuerza de voluntad, para salir pronto de ese asqueroso lugar.
 Tom llamó por teléfono a su gemelo para ver si aún estaban en el lugar y al parecer así era, por lo que nos ordenó esperar un par de minutos mientras iba a buscar guardias.
 No tardaron demasiado en llegar y salimos de inmediato. A nuestro alrededor, o más bien dicho, alrededor de los guardias, se comenzó a amontonar una pila de gente soltando preguntas, al parecer la noticia ya hacía eco en el mundo.
 Nos costó un poco salir de aquél edificio pues se había replegado de reporteros de otros canales que se ubicaban cerca de este, pero lo logramos.
 Cuando subimos a la furgoneta, Tom me rodeo con sus brazos y ahí que me quedé sumida. Nadie preguntó nada, supongo que adivinaron que no era el momento adecuado porque si pronunciaba algo iba a romper en llanto.
 Bajamos todos juntos en el hotel pero los chicos, sin contar a Tom, se fueron al bar, creo que nos querían dejar a solas o bien, deseaban beber algo.
 Tom me dirigió hasta su habitación en un silencio absoluto pero no por eso incómodo. Con solo estar a su lado ya me sentía llena.
 Nos encerramos en aquél lugar y sin decir nada, nos sentamos frente a frente. Que relajante era estar a su lado, con solo una mirada ya me sentía protegida, no me importaba el mundo que seguramente me esperaba.
 Abrí la boca para decir algo, pronunciar una disculpa, explicarme... algo... pero no me dejó. Sus manos se posaron  en mi rostro y lentamente se acercó hasta mis labios.
 No tardó más de un segundo en ganar mi mente de nuevo. Su aliento se mezclaba deliciosamente con el mío mientras yo intentaba respirar, algo casi imposible. Me concentré en su respiración para volver a recuperar la mía y dio un poco de efecto, debía mantenerme cuerda.
 Caminamos lentamente hacia la cama y caímos juntos sobre esta. Tom se alzó sobre mi y comenzó a besarme delicadamente desde el cuello hasta la frente. Sonreí cuando depositó un pequeño beso en mi nariz, él me imitó.
 Unas firmes y suaves manos se aferraron a mi polera [remera o como le llamen] y comenzaron a juguetear con ella. Miré el rostro de Tom y sonreía coqueto jugando con ese delicioso pircing, irresistible.
-¿Sigo?- preguntó un poco nervioso.
 Estaba consciente de lo que significaría una afirmación a esa pequeña pregunta pero eso era inverosímil. La moral no tenía un rol muy importante en mi vida, siempre pensé que eran solo cuentos de vieja... el amor se daba y ya, sin importar la edad, el lugar, el tiempo...
 Preferí darle como respuesta un dulce beso que él correspondió de inmediato. Su pircing masajeaba suavemente mis labios y eso me encantaba.
 El aire se fue haciendo cada vez más pesado a nuestro alrededor, más húmedo quizás a causa de aquellos millones de besos, pero eso no importaba ni un poco, estábamos juntos.
-Tom- susurré mientras sus manos comenzaban a acariciar mi torso- te quiero mucho.
-Yo más- dijo fijando sus ojos en los míos, en aquél momento estábamos más unidos que nunca.
 Bastaría con decir que fuimos uno por esos minutos eternos mientras él repetía mi nombre y yo el suyo. Sus manos tenían un efecto mágico sobre mi piel desnuda y su expresión era la mejor que podía imaginar. Quizás no fui la primera pero preferí no pensar en eso.
 Me aferré con fuerza a su torso mientras nuestros cuerpos se unían por primera vez. Era un dolor masoquista, a cada segundo deseaba más estar con él aunque sufriera. Así era nuestro amor, dolorosamente hermoso. Los pequeños gritos de placer que Tom soltaba eran música para mis oídos... yo solo lo seguía.
 Nuestros ojos estuvieron en un contacto casi todo el tiempo. Me derretía ante cada gesticulación que su rostro formaba al tiempo que nuestros cuerpos participaban en aquella hermosa danza.
-Tom- repetí. No habían más palabras en mi mente, su nombre era suficiente para expresar todo lo que en aquél momento sentía.
 Se recostó lentamente sobre mi, sin despegar nuestros cuerpos, y comenzó a besarme lentamente mientras seguía con sus rítmicos movimientos.
 Me aferré con fuerza a su torso antes de llegar al límite de nuestras fuerzas. Susurró un "Te Amo" en el preciso instante en que yo llegaba al límite de todo.
 No habría forma más hermosa de vivir eso, estaba con el hombre que me encantaba, era su novia y... no había más, ahí acababa todo lo que mi mente abarcaba.
----------------------------------------------------------------------------------------
Quedó super fome y corto :C Pero nunca había escrito algo así y no quise poner más allá de lo que mi imaginación daba, más allá de lo que me parecía correctamente tierno xD
Es que... he leído caps haciendo ... eso... y siempre como que describían TODO, entonces yo quise hacerlo algo distinto...
Bueno, las justificaciones no van al caso :]
Gracias por leer esto y porque hay nuevas lectoras <3 [Valorando a las de siempre también <3]
Me encanta hablar con ustedes [con las que hablo jajaaja] son lo mejor :D
Las Adoro infinitivamente <3

domingo, 11 de septiembre de 2011

Capítulo 17: "Y quizás al final todo valga la pena"

Este cap tiene una narración de más... quizás no era la idea salirme del personaje pero lo sentí necesario :] Ahora... el cap.
---------------------------------------------------------------------------------------

Mi mente estaba a punto de explotar. Las palabras de Oliver se repetían en mi mente una y otra vez como un eterno dialogo, mezcladas con las de Karla, y formaban una extraña confusión. Consejos, consejos, consejos y más consejos... estaba que explotaba.
-Relájate- alguien habló a mi espalda- solo confía en ti- era Karla.
-Gracias- la abracé por un impulso, necesitaba un poco de cariño en ese frío mundo.
-No hay de que, vamos, tu puedes.
 Me miré por última vez al espejo y tomé aire con fuerza, ya era la hora...

 Narra Karla.
 (tu nombre) ya había entrado al set, el programa salía al aire por primera vez y me enorgullecía del trabajo realizado.
 Con todo el desorden de este programa, no había alcanzado a almorzar así que decidí ir a buscar algo para comer mientras disfrutaba de este.
 En la cafetería habían dos personas que no acostumbraba ver por el lugar, Teresa y Alan, el gerente. La conversación se veía muy fluida pero privada y debo admitir que la curiosidad me ganó, me escondí tras unos paneles oscuros y puse atención a esta.
-Te has ganado un gran aumento- pude oír la voz de aquel extraño hombre- eres una genio total.
-Gracias- la mujer se oía emocionada- en estos momentos está comenzando, mira la pantalla.- Supuse que señalaba la pantalla gigante que había en aquél lugar.
-Tenía futuro la chica- comentó el gerente, no entendí su frase- lástima que dure poco.
-Quiero ver su expresión al ver la sorpresa, esto valdrá oro.
-¿Ya llegaron esos chicos?- el hombre se oía ansioso.
-Hace unos minutos, están en los camarines... ellos no saben quien conduce y ella no sabe quienes son sus invitados, esto será una bomba- al culminar la frase ambos rompieron a reír y yo me fui corriendo de ese lugar.
 No sé que planeaban ese par de personas pero no era bueno para (tu nombre) ni para los invitados, debía advertirle de algún modo que había gato encerrado... pero ¿cómo? Ni siquiera sabía cual era aquella gran bomba.
 Corrí al estudio donde se estaba realizando el programa y vi como ya habían acabado las propagandas iniciales, estaban pasando videos.
 Busqué a (tu nombre) por cielo, mar y tierra pero no estaba. Preguntaba a todas las personas que se cruzaban en mi camino y nadie sabía nada. Justo en ese momento se le ocurría desaparecer.

 Narra (tu nombre)
 Cuando salí ante las cámaras me olvidé de todos los consejos, solo seguí mi instinto. Presenté el programa tal como lo había ensayado miles de veces y al parecer salió bien, luego nos fuimos a una pausa seguida de videos.
 Me sentía extraña, algo me decía que no sería bueno volver al programa pero era mi deber y lo haría. Fui al baño para refrescarme un poco y poder pensar en paz, en el estudio había un gran caos. Me encerré en aquél lugar, pues me habían dado 5 minutos en donde pasarían un par de vídeos, y comencé a hiperventilar frente al espejo, era el único que me entendía.
-Ya comenzaste- susurré mirándome atentamente- ahora solo debes seguir igual.
 Salí nuevamente de ese lugar y me fui corriendo al set, al parecer había pasado más tiempo del que yo estimaba porque los asistentes me apuraron cuando aparecí, era la hora de los invitados.
 Entré sonriendo a escena y comencé a decir lo que mi libreto mandaba, no mucho, no tenía con que introducir a aquellos misteriosos invitados porque no los conocía así que solo podía decir la verdad, que era sorpresa para todos.
 Una música bastante familiar comenzó a sonar de fondo y mi corazón se detuvo, era imposible. Miré hacia todos lados, horrorizada, y solo me encontré con la mirada de Karla que se veía tan angustiada como yo.
-Con ustedes- habló la voz desde arriba, aquella voz que acompaña siempre en los programas- ¡Tokio Hotel!
 Me tensé por completo, no podía ser cierto, no podía ser verdad aquella situación... era un sueño, un muy mal sueño.
 Busqué nuevamente a Karla con la mirada e hizo gestos de que continuara con el programa, lo había olvidado, estaba al aire.
 Miré nuevamente a las cámaras y aplaudí para disimular mi nerviosismo mientras ellos entraban en escena. Venían sonrientes cuando apenas se asomaron pero al verme todos quedaron confusos, tan o más confusos que yo.
-Un gusto tenerlos en el programa- dije con la voz más nerviosa que alguna vez se había escuchado en TV- ¿cómo han estado?
-Uh... Bien gracias- habló Bill luego de unos segundos de silencio que me mataron- hemos vuelto muy cansados pero ahora estamos mejor, en nuestro país... aunque algo sorprendidos...- una clara indirecta que yo no supe como tomar.
-Que interesante- solté- ahora vamos a ver unos videos de estos chicos para ambientarnos.
 Esperé el asentimiento de alguien de producción pero nadie hizo nada, solo gestos de que continuara, esto era una emboscada.
-Pregunta sobre la gira- escuché una voz en mi oído, lo había olvidado pero me habían puesto un aparatito para recordarme cosas de vez en cuando.
-Bueno, veremos los vídeos más adelante- dije intentando parecer normal. Tom no me quitaba la vista de encima, se veía un poco molesto- ¿Qué nos pueden contar de su gira? ¿Cómo ha sido?
 Otra vez unos incómodos segundos de silencio y miradas confusas, luego Bill respondió.
-Ha sido genial, extrañabamos mucho a nuestras fans de otras partes de Europa y volver a verlas ha sido gratificante...
-Sí, ellas siempre nos sorprenden- habló Tom por primera vez, marcando mucho la palabra "sorprenden".
 Seguí con mi pauta por un tiempo. Ahora estaban hablando más, todos, y eso me hacía sentir más relajada... creo que luego me pedirían explicaciones.
-Momento de rumores- otra vez habló aquella voz de fondo, aunque esta vez nos interrumpió- momento de rumores- repitió.
 Una chica que no conocía entró a escena y comenzó a hablar, como si nosotros no estuviésemos, frente a las cámaras. Al parecer era una conductora extra de la que no me habían informado.
-El que ha sido víctima de más rumores en este tiempo es el mayor de los gemelos- dijo con una animada voz  sin despegar la vista de las cámaras- y ahora los tenemos en vivo para desmentir o asegurar aquellos rumores.
 Tom me miró de inmediato y se tensó, yo igual. Si el rumor de el que hablaban era cierto... estábamos ambos en el estudio, aunque se suponía que nadie lo había notado...
-Tom- continuó esta chica llamando su atención- Hace unas semanas te vimos muy cariñoso con Chantelle Paige y a la semana siguiente de eso aparecen estas fotos- las fotos de el aeropuerto comenzaron a proyectarse en la pantalla- nos puedes explicar, ¿qué es eso de andar con tantas chicas?
 Miré nerviosa hacia todos lados, buscando una forma de escapar, pero solo me encontraba con gente corriendo de un lado a otro y Karla con una mirada de desesperación casi igual a la mía, creo que ella había notado que algo no andaba bien.
-Lo de Chantelle fue solo una salida de amigos- comentó sonriendo un poco para parecer natural- y...
-¿Los amigos se besan?- la chica lo interrumpió.
-Eso no va al caso- se excusó Tom de inmediato.
-Bueno, ¿y sobre la otra chica?
-Ella es, bueno...
-Ella es la mujer que nos acompaña ahora en el set- soltó sonriendo de una manera que me dio un poco de miedo. Miré a  Tom desesperada y él me devolvió la mirada de igual forma, definitivamente todo esto era una trampa- Si chicos y chicas en sus casas, aquella famosa chica que atormentaba sus vidas por no saber el nombre, era esta chica que está a mi lado- me tomó un hombro- (tu nombre)
 Me quedé helada en esa posición. No me importaron las cámaras, no me importaba la mano de aquella asquerosa chica que me tocaba, no importaba nada de eso. Habían revelado todo, todo aquello que yo no quería confesar al mundo, todo aquello que se resumía en una palabra, Tom.
 ¿Por qué tenían que ser así? ¿Por qué no dejaban a la gente en paz? Los chicos me miraron preocupados mientras yo estaba al borde de las lágrimas solo de ira.
 Aquella chica comenzó a hacerme preguntas pero ni siquiera le tomé atención. Me paré rápidamente de el lugar donde estaba ubicada y, sin hacer caso a nadie en aquél lugar, salí del set en dirección a mi camarín. La gente de producción intentó detenerme en un par de ocasiones pero solo sacudía sus agarres y seguía adelante sin siquiera mirarlos.
 Antes de cerrar la puerta algo me detuvo, o alguien. Intenté hacer presión para cerrar la puerta pero aquella persona no me dejaba. Finalmente ganó y entró pero ni siquiera le miré, quería estar sola.
 El sonido del pestillo en la puerta me aseguró que, quien fuese la persona en aquella habitación, quería hablar a solas conmigo.
-Lamento todo esto- susurró a mis espaldas- yo no quería que sucediera pero...- Tom dudó un par de segundos- ¿quieres ser mi novia?

--------------------------------------------------------------------------------------------
Hola :3
Si, todo sucedió, eran los invitados que imaginaban jejejeje intenté hacer lo menos predecible todo esto pero fue imposible, aunque no sé si imaginaban aquella escena final... m....
Aw... ayer fui por primera vez a la junta del FC de Tokio Hotel en la ciudad que vivo, Talca, y fue genial. Me encanta esto de ser Tokita :3
Gracias por sus comentarios y por esperar siempre jdaosdjas xD
Son lo mejor del mundo <3
Las Adoro <3

viernes, 9 de septiembre de 2011

Capítulo 16: "Se avecina..."


 Dudé por un par de segundos la decisión de contestar... luego me de cuenta que si no lo hacía sería mucho peor. Jugué nerviosamente con el aparatito en mis manos mientras me alejaba "disimuladamente" del lugar.
-Hola- hablé al fin.
-Pensé que no contestarías- su voz... su hermosa y grave voz llegaba nuevamente a mis oídos.
-Te has equivocado.
-¿Cómo estás linda?
-Bien, aburrida... extrañánd...- me puse roja por lo que casi dije- bien- repetí.
-¿Me extrañas?- se estaba riendo, lo podía notar.
-Yo... solo un poco...
-Pues yo te extraño un montón- dijo bajito- pero no le digas a nadie.
 Sonreí sola, ¿qué más iba a hacer?
-Que lindo- exclamé- ¿cómo va esa gira?
 Se burló de mi un buen rato pues apenas había pasado un día y yo ya preguntaba por la gira, obviamente no habían empezado, pero quería hablar de algo, odiaba el silencio.
 Oliver y Karla se reían a carcajadas a unos metros de distancia.
-¿Dónde estás?- preguntó un tanto extrañado- no estás sola, ¿eh?
-Si estoy sola- mentí- veo televisión en la habitación de Stefano.
-¿Me das con él?
-No- respondí rápidamente- está... está durmiendo...- Tom suspiró, amaba a mi hermanito.
-Oye pequeña... ¿por casualidad no has entrado a internet?- preguntó algo dudoso.
-No, aún no... ¿por qué?
-Quizás veas un par de fotos de ayer que...- ¡Me habían encontrado!
-¡NO!- solté un grito ahogado que no tomó mayor volumen.
-No te preocupes- se excusó de inmediato- ni te ves, bueno, para mi sí pero para el mundo, no.- Suspiré, no podía esperar más.
 Seguimos hablando por unos minutos. En reiteradas ocasiones tuve la intención de contarle sobre esto que me pasaba pero me arrepentía... como la cobarde que siempre había sido. Al final solo nos despedimos y ahí quedé, con la impresión, nuevamente, de haber tomado la decisión incorrecta.
-¿Ya estás lista? tus padres te esperan- los chicos se acercaban a mi aún con los restos de una buena risa.
-Claro- respondí de inmediato guardando mi teléfono.
-Mañana te esperamos nuevamente- Karla tomó la palabra- aún falta mucho por aprender y seguramente pronto comenzarán a grabar los comerciales para promocionar el programa, comienza pronto.
-¿Co...mer...ciales?- titubee.
-Ya no la asustes- Oliver me comenzó a empujar hacia el ascensor pues me había quedado clavada en el piso- aún no sabemos nada, solo vuelve mañana con mucha energía.
 Mis padres estaban esperándome, tal como habían anunciado antes, en el primer piso de aquél gran edificio. se veían sonrientes.
 Me interrogaron sobre lo que había aprendido, que tal me parecía todo, si estaba conforme... incluso papá se veía emocionado.
-Creo que es bueno darle una oportunidad a la televisión en esta familia- soltó orgulloso- lo harás bien.
-Gracias papá- dije al borde de las lágrimas, ese era un gran reconocimiento para mi.
 Mi hermanito corría por todos lados mientras mis padres y yo acabábamos con los últimos papeleos, firmas, permisos... etc... cosas legales que no me importaban demasiado.
-Tendrás buen dinero- susurró mamá.
 Volvimos a casa, bastante tarde, y solo caí rendida en la cama. Mi mente trabajaba a miles de kilómetros por hora pero mi cuerpo solo deseaba estar ahí recostado, no gastar más energía para poder pensar un poco mejor.
 ¿Cuánto cambiaría esto mi vida? Me imaginé, solo imaginé, que Tom me pedía ser su novia... ¿afectaría esto mi trabajo? ¿el suyo?
-Scheisse- susurré contra la nada- pensar nunca ha sido lo mejor.
 Solo me quedaba vivir el momento, disfrutar mi momento de fama, si es que lo alcanzaba a tener, y seguir siendo yo, no más.
 La mañana estaba un poco más húmeda que de costumbre. Cuando desperté, el sol recién estaba tomando lugar en este hemisferio y el sonido de la ciudad ya llegaba por mi ventana, era un nuevo día.
 Mi cuerpo pedía a gritos que siguiera recostada en aquella confortante cama pero sabía que no podía ser así. Más actividades, más responsabilidades.
-¿Lista para el instituto?- papá estaba amarrando los zapatos de Stefano.
 Asentí con un gesto de cabeza mientras daba el primer mordisco a mi manzana. Casi, solo casi, olvido mi bolso... mi mente no estaba funcionando bien.
 Las chicas estaban esperándome ansiosas en la entrada, podía ver a metros como se morían por inundarme con preguntas. Bajé lentamente, intentando re-ordenar todo el día anterior para poder contarlo pero no alcancé a caminar un par de metros y ellas ya venían hacia mi.
-Cuéntanos todo- ordenó Pía cargando la voz en la última palabra.
 Les conté lo que pedían... todo, sin guardarme ni un detalle. Ellas dijeron que lo mejor sería decirle a Tom pronto y yo sabía que tenían la razón pero no quise escucharlas, tenía miedo a una posible reacción.
-Ese no es Logan- susurró Carmen señalando a una pareja que venía de la mano.
-Y Gaby- agregó Pía.
 Levanté la vista hacia donde las chicas señalaban sin disimular y vi como mis amigos se sorprendían al vernos ahí, imaginé que escaparían de un momento a otro.
-Hola- Carmen saludó con un gesto de la mano para llamar su atención- acérquense chicos...
 Los susodichos se miraron nerviosos y comenzaron a caminar lentamente hacia nosotras, Gaby se aferró con fuerza al brazo de su compañero.
-¿Qué haces por aquí Gaby?- pregunté con un tono algo jocoso, la chica estaba sonrojándose completamente.
-Acompañaba a Logan- dijo bajito.
-¿Novios?- soltó Pía de un momento a otro.
-No- respondieron al unísono, luego Gaby retomó la palabra, mi amigo no decía nada- solo somos amigos, lo vine a dejar.
-Que amigos más cercanos- nos seguimos burlando de ellos hasta que admitieron que eran novios, una noticia que me alegraba. Los chicos se veían felices, eso era bueno, y me alegraba aún más saber que todo se había consolidado en la fiesta que dimos en casa, por primera vez me sentí útil.
 El día en el instituto no tuvo nada interesante, el último tiempo había subido un poco mis calificaciones en varios ramos, en otros las bajaba, pero por lo menos me mantenía al nivel de Alemania.
 Papá estaba esperándome a la salida. Subí al auto luego de despedirme rápidamente de mis amigas y me llevó en el acto a casa, al parecer tenía mucho que hacer.
-Llamaron hace un rato- me explicaba- y dijeron que tenían cosas que arreglar y aclarar... tienes este fin de semana libre pero la próxima semana repleta de cosas, la semana siguiente es el estreno.
 Los nervios estaban a la par con la adrenalina que me invadía en ese momento. Por una parte iba a empezar un gran proyecto... por otra, el chico que me gustaba no sabía.
 Me cambié de ropa en casa y salí a tomar locomoción para ir al canal. Me sentía observada por el mundo... mi mente fantaseaba con miles de cosas que hasta me daba vergüenza pensar. Fama, fans, premios... y todo por conducir un programa, sí, fantasías.
-Busco a...- estaba en el mesón de "Informaciones" del lugar- no lo sé, Oliver, Teresa... Karla...
-Hola- sentí una familiar voz cerca mío- ¿estás lista para esta jornada?
 Oliver me esperaba sonriente a un lado del mesón, vestía tan informalmente como el día anterior. Me indicó las actividades del día y comenzamos a practicar todo.
 Así se me fueron días, una semana y algo, en realidad. La propaganda del programa ya salía en TV pero aún no me mostraban a mi, al parecer sería una sorpresa.
 Karla me había enseñado diversas técnicas para estar bien frente a la cámara. Oliver aún practicaba con mi entonación y todo eso. El gerente me había mandado a llamar un par de veces, al parecer tenía bastante interés en mi y el programa... su mirada me parecía sospechosa, la de Teresa igual pero había decidido no tomar en cuenta aquél extraño sentimiento.
 Tom me había llamado casi a diario, al parecer ya estaban terminando todo... el lunes llegaría a Hamburgo de nuevo y nos juntaríamos, al fin.
 Me encontraba en una sala de aquél enorme edificio esperando a que Teresa saliera de una pequeña conversación con el gerente... cosas de altos cargos, supuse.
-Tengo una excelente noticia- anunció aquella sonriente mujer saliendo de la oficina- el lunes debutarás en televisión.
 La miré con los ojos casi desorbitados. Habían 7 días a la semana... 30 días al mes... y tenían que elegir justo ese lunes. Malditas coincidencias, maldita suerte.
-¿Pasa algo?
 Y además preguntaba si pasaba algo... En ese momento quise explotar contra el mundo. Me imaginé corriendo por todo el lugar, insultando a medio mundo, gritando todo lo que quería gritar en aquél momento... y luego, luego de soltar todo eso, suspiré resignada.
-Nada- casi gemí.
 Me prepararon como nunca ese fin de semana. Al parecer, el primer programa sería con unos invitados especiales, que ni yo sabía quienes eran, y la idea es que todo fuese lo más natural posible.
 La pauta de preguntas que me entregaron eran super objetivas y no me daban demasiada información de los personajes, a decir verdad, no me decían nada.
 La maquilladora le estaba dando los últimos toques a mi rostro, me sentía extraña... quizás distinta o algo cansada, pero estaba agotada y con el corazón en un ritmo desacelerado.
 El espejo me devolvía una imagen que no esperaba de mi, parecía una persona de televisión en serio y eso no me llenaba. Podía ver más allá de lo que el reflejo mostraba, podía ver mis ojos cansados y apenados, podía ver mi alma con un pequeño sufrimiento, podía ver la confusión de mi mente y eso no me gustaba.
-20 minutos- anunció alguien a lo lejos. 20 minutos y mi vida cambiaría, eso era un hecho.
 Las fotos que había colgado internet de cuando los chicos se habían ido, donde yo aparecía, aún sonaban fuerte entre los clubs de fans de TH pero nadie me había descubierto, por suerte. Pensar que hace un par de semanas ni imaginaba que iba a llegar este momento.
 Me quedé frente al espejo por unos minutos más. La maquilladora seguía retocando cosas como si no le importase que yo me sintiera ausente. Mi mente procesaba todo lo que estaba a punto de suceder... un gran momento. Las voces de mis amigas hace un par de días inundaron mis pensamientos...
-Tu puedes (tu nombre)- me animaba Carmen a cada instante.
-Serás nuestra super estrella- comentaba Pía entre risas- luego me haces contactos para entrar al mundo de las pasarelas.
 Aquellas eran las voces que me inspiraban, que me hacían seguir adelante en esto.
-10 minutos- otra voz un tanto lejana resonó en mi mente.
 ¿Qué estaría haciendo Tom en ese momento? Según  lo que sabía, ya habrían llegado a Hamburgo hace un par de horas. Cuando le dije que no podía ir se desilusionó un poco pero me excusé diciendo que tenía deberes que hacer... cosas así... quizás descubría todo esto por la TV pero así sería más fácil, para mi.
-5 minutos...

-------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Tardé un siglo no? :C Es que.. no me salía y el cap... y ahora salió muy largo D: Espero no haberlas aburrido demasiado :S Pero... aw... ya seguiré pronto ... ya verán jajaja xD
Me siento super inútil porque tengo sueño... :C Ayer casi ni dormí... pero bueno, así es la vida jaajaj
Espero que tengan un lindo lindo lindo día mis queridas lectoras <3
Las Adoro con toooodo el corazón <3
Gracias por sus comentarios, felicitaciones, todo :3 Eso me hace sentir tan bien <3 Nuevamente... las adoro <3

domingo, 4 de septiembre de 2011

Capítulo 15: "Aprendiendo hasta a respirar"


-El... ¿el gerente?- titubee mirando nerviosa hacia todos lados. Podía sentir el latido de mi corazón, punzante, en los oídos.
-Claro, sígueme.
 Comenzó a caminar decididamente hacia adelante, pasando por entre la multitud como si no hubiese nada, y yo me quedé ahí, parada, perdida...
-Espera- dije alzando un poco la voz y comencé a correr tras ella pero no la veía. Choqué con un par de personas en el camino, bueno, más de un par, pero parecía que no lo notaban... me sentía tan, por decir de algún modo, fantasma.
 Di la vuelta en un pasillo que dirigía hacia solo una puerta, buscaba a alguien que me pusiera atención porque había intentado hablar con personas en el pasillo pero no me tomaban mucho en cuenta.
-Permiso- susurré abriendo la puerta pero no había nadie, solo una oficina vacía- rayos, ya me perdí.
 Giré sobre mis talones para salir de aquél lugar pero alguien me detuvo, una mano aferrada a mi antebrazo. Volví la vista hacia ese lugar pero aquella mano me tiró dentro de la oficina y cerró la puerta.
-No hables- ordenó aquella persona- sh...
 Casi solté un grito pero al procesar sus palabras preferí quedarme en silencio. Frente a mi estaba un chico con unos papeles en mano, no se que quería él pero yo solo deseaba huir.
-¿Qué haces?- Interrogué fijando mi mirada en la suya, se veía un poco agotado pero sus ojos con un color semejante al zafiro se mostraban satisfechos.
-Nada que te importe- respondió rápidamente mirando por la puerta entre abierta. Fruncí el entrecejo ante su  antipática respuesta- no te enojes niña, solo has como que te perdiste y yo te llevo a donde quieras.
-Hey, somos casi de la misma edad así que no me digas niña... yo...
-Ok, ¿harás lo que te pedí?- sonaba más ansioso que antes.
-En realidad si estoy perdida y necesito que alguien me lleve a...
-Perfecto- me cortó por segunda vez con una deslumbrante sonrisa.
 En el instante en que finalizó esa palabra cerró la puerta suavemente y me empujó hacia un rincón de la sala. Pude escuchar como alguien se acercaba y no supe que hacer.
-Solo sígueme el juego- indicó mirando fijamente la puerta- ahora.
 Sentí el rechinar suave de esta en mi espalda y pude ver como el chico que estaba frente a mi comenzaba a aparentar una situación casual al levantar la mirada con una expresión sorprendida que casi me convence.
-Hola- saludó este mismo como si nada pasara.
-¿Qué haces aquí?- pude escuchar una voz autoritaria y femenina que se dirigía hacia el chico.
-Seguía a esta chica- me señaló con la mano- estaba perdida y llegó acá preguntando por "Informaciones"- dijo en un tono algo jocoso, mencionando el mesón que había en la entrada, si lo había visto... yo no iba por eso pero que más daba.
-¿Quién eres tú?- interrogó la mujer esta vez dirigiéndose a mi, supuse, por lo que giré para responder.
-Soy (tu nombre completo)- la mirada inquisidora de aquella persona que se alzaba frente a mi me intimidó un poco, estaba más cerca de lo que yo estimaba y su rostro no era para nada agradable.
-Bueno señorita (tu nombre) le informo que esta es la oficina de contrataciones, usted no tiene nada que estar haciendo aquí.
 Esa era una invitación clara para irme, la cual recibí con agrado, pero alguien me siguió a la salida... aquél chico. Solté unas cortas palabras de disculpas y cerré la puerta a mi espalda.
-Muy buen trabajo- susurró bajito en mi oído, me estremecí.
-El tuyo- respondí mirando hacia el frente- actúas como nadie en el mundo, eres un falso.
 Sentí una carcajada suave a mi lado- ¿Será porque soy actor?
 Así que estaba en presencia de un actor de aquella casa televisiva. El chico que me acompañaba era alto y de pelo castaño, tenía rasgos finos y piel lisa... típico alemán. Caminaba con paso firme, como todos en aquél lugar, y me dirigía hacia no sé donde... necesitaba encontrar a Teresa.
-Así que te llamas (tu nombre)- meditó mientras caminábamos- no es un nombre típico de acá, ni tampoco tu apellido... ¿de dónde eres?
-De (tu país)- respondí casi de manera automática.
-Eso queda en...- vaciló- bueno, lejos, pero había escuchado el nombre.
 Sonreí un poco irónica, él se veían tan ufano que me daba un poco de rabia al solo tenerlo a mi lado. Me trataba como a una niña pequeña.
-¿Y tú como te llamas?
-Oliver Müller, un gusto- sonrió con aquella expresión de super estrella grabada en el rostro. Había estado en constante contacto con 4 "super estrellas", por así decirlo, en el último tiempo pero ninguno de los chicos se veía como este, eran más humildes...
-Oliver, ¿sabes? Me perdí hace un buen rato... yo estaba con Teresa Krünch y luego... estaba sola...- pude sentir como mi rostro iba tomando color ante mi evidente acto de torpeza.
-¿Teresa?- interrogó- ¿por qué estabas tu con ella?
-Eso no viene al caso- le corté- me llevas con ella, ¿o no?
 Pude ver como apretaba los labios hasta que se pusieron blancos pero no dijo nada y comenzó a caminar hacia un ascensor. Los espejos nos reflejaban desde todos los ángulos. Sorprendentemente este iba vacío, bueno, a excepción de nosotros.
 En distintas ocasiones dirigía su mirada hacia mi a través de los espejos, parecía como si quisiera decir algo pero solo abría la boca y volvía a cerrarla. El trayecto se me estaba haciendo eterno pero no podía hacer nada más que mirarlo.
-Aquí bajamos- anunció secamente cuando el ascensor se detuvo.
 El piso tenía un montón de puertas con distintos nombres que no me detuve a leer. No había casi nadie en aquél lugar pero de todos modos me sentía observada, era tan distinta al resto.
-Detente- me ordenó- ¿segura que vienes con Teresa?- se veía incrédulo.
-De verdad, ella me trajo desde casa y ahora deberíamos estar con el gerente, si no me equivoco, pero me perdí.
-¡¿Con el gerente?!- exclamó subiendo el tono de voz. Sus zafiros se abrieron como si hubiese dicho algo de otro mundo.
-Si, con él- dije haciendo gestos para que bajara la voz- ¿Qué tiene de especial?
-No tomas el peso de las personas con las cuales hablas- casi me regañó- vamos chiquilla, entrarás a un nuevo mundo, supongo.
-No me trates como a alguien pequeña- me quejé mientras seguíamos parados donde mismo- solo llévame con ella y ya.
 Comenzó a caminar nuevamente, a regañadientes, y se detuvo sin avisar frente a una de las puertas. Choqué con él.
-Debes poner más atención a todo- susurró mientras alzaba la mano para golpear la puerta.
 Pasados unos segundos de realizada esta acción, la puerta se abrió. Teresa se veía un poco preocupada pero al posar su vista sobre mi se calmó.
-Pensé que te habías perdido- soltó en un tono que aún no me parecía natural.
-Así fue- respondí bajando la mirada- él me encontró.
 Oliver se respingó un poco cuando lo señalé y carraspeó. Teresa le dio una mirada rápida y luego volvió a posarla en mi.
-Gracias- susurró sin mirarlo- ¿nos dejas solas?
 El chico giró automáticamente y se devolvió por el camino que hace poco habíamos recorrido. Teresa me empujó hacia el interior de la oficina y comenzó a ofrecerme distintas cosas para hacer más ameno el momento. Estaba tan nerviosa que no acepté nada.
-El gerente nos está esperando en su oficina- dijo desplomándose en su silla.
-¿Me quiere ver?- pregunté con la voz vacilante.
-Claro, eres nuestra nueva contratación... bueno, solo falta el papeleo y eso pero supongo que aceptarás, ¿no?
-Si- respondí antes de arrepentirme.
 Nos dirigimos rápidamente hacia la nombrada oficina. En el camino divisé a un par de rostros que había visto por la pantalla antes, todos se veían tan televisivos... aún no me imaginaba en ese ámbito.
-Solo relájate- susurró mi anfitriona mientras giraba el pomo de una gran puerta negra.
 La luz interior me dejó cegada por un par de segundos pues aquél lugar no era nada de lo que esperaba. El resplandor blanco era más fuerte que el del exterior y la oficina estaba rodeada por paredes de vidrio, todo era muy amplio.
-Hola!- saludó alguien alegremente desde un rincón de aquél lugar- acá pequeña- dijo llamando mi atención.
 Giré hacia donde provenía la voz y me encontré con un hombre no muy mayor, de camisa hawaiana y jeans... ¿dónde estaría el gerente?
-Hola- respondí mirando hacia todos lados, no encontraba a otra persona en aquél lugar.
-¿Qué se te ha perdido?- preguntó acercándose a nosotras.
-El... gerente- apenas solté aquellas palabras Teresa me golpeó con el codo.
-Lo siento señor Zweig- Teresa se veía avergonzada- ella no sabe que USTED es el gerente- remarcó mucho la palabra "usted". Me avergoncé ante mi torpeza.
-No hay problema- respondió riendo a carcajadas- mientras no se confunda más estamos bien.
 Comenzaron a hablarme del programa, de mi función, el pago, las cosas que debía aprender... y un montón de cosas que me confundieron más y más. Iba tomando notas mentales de lo que comprendía mientras respondía con monosílabos o movimientos de cabeza, el señor Zweig apenas me dejaba hablar.
-Te asignaremos a un tutor por esta semana- anunció como a quien se le ocurre una idea fantástica- el señor... Oliver Müller, como ya lo conoció hace un rato...
-¿Pero él no es actor?
-¿Y eso que importa?- preguntó en respuesta, sin darme el tiempo de responder- solo haga lo que él le diga y triunfará.
 Nos despidió con unos efusivos abrazos y cerró la puerta rápidamente. Mi mente aún no procesaba todo lo vivido y creo que mi rostro lo reflejaba porque Teresa no me quitaba la vista de encima.
-¿No te desmayarás?- su voz sonaba realmente preocupada.
-No, solo necesito procesar un poco de información y...
-Luego hay tiempo para eso, ahora debes ir con Oliver, yo llamaré a tus padres para que firmen un permiso y después nos reunimos nuevamente para firmar el contrato.
-¿No es tarde ya?- miré hacia la ventana y vi como el sol ya iba bajando.
-En el mundo de la televisión no hay horarios- dijo sonriente.
 Me dejó en una sala con Oliver, quien se asombró con la noticia, y luego salió hablando ya por teléfono con mis padres.
-Así que serás la nueva entrevistadora...- dijo sopesando lo que le habían informado- entonces deberás aprender de todo.
-¿Todo?
-Si, en primer lugar... no respondas a mis preguntas con más preguntas- señaló sonriendo más amigablemente que antes.
 Me enseñó técnicas para no sonrojarme tanto, porque notó ese detalle, me dio unos tips para modular mejor y otros para ser más expresiva. Se dio el tiempo de mostrarme el lugar o una parte de este, mientras ubicábamos a una chica que, según él, me ayudaría un poco más.
-Karla, te quería pedir un favor enorme- dijo dirigiéndose a la chica que estaba frente a mi- ella es nueva- me señaló- y necesita un par de muchos consejos para este nuevo mundo.
 La chica se veía amigable, era más alta que yo y de pelo oscuro... no tanto como el mío pero más oscuro que el resto de los alemanes que nos rodeaban.
-¿No eres alemana?- pregunté cuando Oliver fue a comprar unos refrescos, ya estaba oscuro.
-No, soy Mexicana pero trabajo acá desde hace un tiempo- sonrió- estudié acá.
 La voz de la chica resonaba en mi mente, llena de cosas, intentando tener un lugar dentro de esta para guardar información. Altura de la voz, movimientos de manos, respiraciones... todo era nuevo y yo estaba que colapsaba.
-¿No es tu teléfono el que suena?- preguntó moviéndome un poco, creo que estaba ida.
-Si, si, lo siento- saqué el teléfono a toda prisa de mi bolsillo y miré la pantalla, era Tom.
--------------------------------------------------------------------------------------------
Woooow! Esto quedó más largo de lo que esperaba... y casi ni salió TH, bueno... salió Tom hahaha
La historia va tomando un rumbo que al parecer nadie esperaba (ni yo) y me da algo de miedo e_e pero ya veremos que sale...
Espero no aburrirlas con esta historia nueva que se está escribiendo... pero creo que esta fic nunca se ha centrado solo en TH jejeje
Las Adoro con todo mi corazoncito <3
Gracias por comentar siempre :3
PD: Fuerza a las 21 familias que sufren por sus familiares perdidos en la isla de Juan Fernandez, ya sea perdidos por muerte o por no haberlos encontrado. Yo aún tengo fe... espero que de verdad ocurra un milagro... <3

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 14: "Un mundo inimaginable"


-Me llamo Teresa Krünch- medio sonrió- ¿Y tu te llamas...?
-(tu nombre)- respondí rápidamente- Ahora dime... ¿por qué me seguías?
 La mujer que estaba frente a mi... no era tan mujer, más bien dicho... joven... pero de todos modos era mayor que yo, parecía algo nerviosa y ansiosa a la vez. Se notaba que estaba agotada por la larga persecución. Me miró fijamente, ya estaba decidida.
-Trabajo en un canal de televisión- comenzó a hablar sin despegarme la vista- y bueno, te seguí porque iba pasando por fuera del lugar donde vives, creo, y me pareciste interesante- vaciló unos segundos...- tienes buen estilo, al parecer un buen carácter y justo necesito a una entrevistadora para un programa juvenil, creo que eres perfecta!- finalizó haciendo énfasis en la última palabra.
 La quedé mirando estupefacta... ¿de qué universo paralelo venía esa joven? Ella me sonreía como si lo que hubiese dicho fuese lo más común de la vida... como si ella no fuese nadie importante, porque al parecer si lo era.
-¿Y?¿Qué dices?- se veía como una niña pequeña, ansiosa.
 ¿Qué responder? Era una oportunidad de esas que se presentan una por millones... pero por alguna extraña razón no confiaba en ella... me daba un poco de miedo.
-¿Pretendes que diga que si?- solté sin pensar, en realidad esa era una pregunta mental.
-¿Por qué no?
-Apenas te conozco- se veía desconcertada- En serio... no puedo decir... "Oh si, ¿dónde firmo?" de inmediato- al pronunciar esas palabras mi voz sonó un poco irónica- y ahora no tengo tiempo de pensar yo... voy al instituto.
 Hice un leve gesto indicando mi uniforme para corroborar mis palabras. Teresa miró detenidamente este y luego volvió la mirada hacia mi rostro... tenía unos gestos de periodista que me llamaban mucho la atención. Su expresión siempre era de querer más y más información, su voz era muy expresiva pero controlada y las preguntas le salían de un momento a otro, sin dudar...
-Entiendo- dijo con una expresión amargada- pero... ¿me llamas si tomas una decisión?- Metió una de sus manos en la cartera que llevaba y sacó una tarjeta, luego me la extendió- ten mi número.
 Tomé la tarjeta rápidamente pero su rostro se tensó de inmediato, palideció. Hice un poco de fuerza para sacarla de sus manos pero titubeo algo que me detuvo.
-Un momento- su voz sonaba nerviosa- este no es mi número, ahora recuerdo que lo cambié... Escribe este otro...
 Me dictó el número con una actitud bastante contraria a todo lo que había demostrado hasta ese momento y luego se marchó por la acera en dirección contraria a la que habíamos seguido hasta ese momento. El sonido de sus tacos se escuchó hasta que desapareció por la esquina.
 En el instituto no pude poner atención, la oferta de la mañana resonaba en mi mente, si, era tentador... demasiado tentador.
 Les comenté a las chicas lo sucedido y gritaron de emoción... me preguntaron por el canal de televisión pero... no le pregunté el nombre a la chica.
-¿Eres un poco retardada, no?- comentó Carmen mientras se burlaban de mi.
-Déjala en paz- replicó Pía- estaba media dormida... como siempre- comenzaron a reír- además sin Tom no piensa mucho...
 ¡Tom! No lo había pensado hasta el momento pero... ¿cómo lo tomaría él? ¿Sería bueno contarle? Rayos... más y más interrogantes... no me dejaban pensar en paz.
 Nunca me había interesado el mundo del espectáculo, a decir verdad... la farándula había sido, es y será siempre algo que odiaré. Siempre he pensado que el mundo de la televisión es vendido, nunca muestran la verdad de las cosas y todo eso... pero esto me tentaba... era una oportunidad única y podría ganar mi propio dinero...
-NO- respondió papá secamente cuando les toqué el tema al llegar a casa- No te meterás en el mundo de la farándula.
-Pero si es solo ser entrevistadora, no más.
-A mi no me parece tan mala idea... además ya...
-No, no, no- repitió levantándose de la mesa, mi padre era muy... anticuado a veces.
-¡Pero confía en mi criterio!- dije alzando un poco la voz, luego intenté controlarme porque o si no la pelea sería peor- solo quiero probar...
-Ya, ¿sabes?, inténtalo pero luego... cuando estés en problemas o algo no lloriquees, te lo advertí- esa fue su última palabra.
 Subí las escaleras, hasta mi habitación, pensando. El mundo me habría una nueva puerta, un nuevo horizonte y la verdad es que no sentaría mal un poco de dinero extra y adquirir más carácter. Era una forma de ponerme a prueba sola.
 Tenía que decirle a Tom pero el solo hecho de pensarlo me hacía sentir mal, siempre me había considerado independiente y ahora quería confesar algo a alguien que no era nada mío, aún.
 El teléfono se tambaleaba en mis manos, no estaba segura de llamar. Me imaginé un par de millones de veces intentándolo y todos los intentos salían fallidos.
-Lo siento, encontramos a alguien mejor- era la respuesta que más se repetía en mi mente. Me sentía idiota por desear estar en televisión.
 Mi mente repetía "no lo hagas" incesantemente pero quería ganarle. Era obstinada, claro estaba, y este desafío no me ganaría, no podía...
-¿Hola?- preguntó una voz muy conocida desde el otro lado.
-Ho... Hola- titubee como respuesta- soy (tu nombre)
-¡Linda! Que bueno que me has llamado, estaba expectante por tu respuesta- Teresa sonaba alegre, por lo menos no era la respuesta que yo tanto imaginaba.
-A, ¿si? que bueno- solté para rellenar el pequeño vacío de silencio que se comenzaba a formar.
-¿Y que has decidido?¿Aceptas?
 Estaba segura que esa respuesta cambiaría todo el sentido que mi vida había seguido hasta ese momento. Era un "si" o un "no" que no pasarían desapercibidos, eso era obvio.
-Si- susurré bajito.
-¿Cómo?
-Si, si, si- repetí ahora más fuerte. Ella soltó un pequeño gritito de emoción.
-No sabes cuanto me emociono con esa respuesta- su voz sonaba en verdad emocionada- ¿te puedo ir a buscar ahora?
-¿Ahora?- repetí con un leve temblor en mi voz, no me sentía preparada.
-Si, ahora... en media hora estoy fuera de el lugar donde vives.
 Cortó. No esperó respuesta, no esperó indicaciones... nada, cortó y listo. En mi mente quedó revoloteando una pequeña sensación de haberme equivocado pero intenté evadirla, lo hecho, hecho estaba.
 Me miré al espejo y la imagen que me devolvió la mirada no era la que esperaba. Me quería ver como una super estrella solo por el hecho de entrar al mundo de la TV pero a parecer no era tan fácil. Imaginaciones mías.
 Me cambié rápidamente el uniforme y bajé corriendo las escaleras para informarles a mis padres de la salida.
-¿Así tan rápido?- preguntó mamá algo confusa- ¿y nuestra autorización?
-Supongo que... primero me querrá contar en que consiste, mostrarme el lugar y todo eso... pero bueno. Nos vemos.
 Les lancé un beso y salí corriendo de casa antes que objetaran algo. En un par de segundos ya estaba en la entrada del condominio, apenas habían pasado veinte minutos desde la llamada.
-Cariño- exclamó alguien desde el otro lado de la acera, era Simone.- ¿Cómo has estado?
-Bien, muy bien gracias... y tú?
-De maravilla- sonrió- ¿a dónde vas?
 Otro problema... contarle a Simone. Sabía que ella me apoyaría pero eso significaría que Tom conocería todo y en verdad me daba un poco de pudor contarle, además podría oponerse y...
-A casa de una amiga- mentí.
-Oh, que bien... entonces te dejo- me besó la mejilla rápidamente y se alejó camino a su casa. Minutos después un auto negro se detuvo frente a mi.
-Sube- ordenó Teresa sonriendo por la ventana, solo hice lo que me dijo.
 Su auto era bastante cómodo y amplio. Me puse el cinturón de seguridad de inmediato y comencé a observar todo. Frente a mi habían un par de papeles con un sello que decía "Worm TV", supuse que era el nombre del canal. La mujer se giró a observarme y siguió el rumbo de mi mirada.
-Ese es el canal en el cual trabajo Worm TV- respondió siguiendo el hilo de mis pensamientos- el programa en el cual te quiero insertar se llama "Musik jung für dich!"
 Exclamé un "ah" para no quedarme en silencio. Ese canal era muy famoso, yo lo había visto un par de veces en casa y me agradaba. Ahora... sobre el programa... supuse que era nuevo pues nunca había escuchado de él.
-¿Es un nuevo proyecto ese programa?- pregunté con la voz más firme que pude.
-Claro, pretendemos partir en una semana o más- una sonrisa extraña se extendió por su rostro, preferí no meditar el sentido de esta.
 Las calles pasaban raudas a mi lado, difuminándose con la velocidad del auto. Este, giró hacia una avenida llena de edificios. Comencé a mirar los carteles que se enfilaban frente a estos para identificarlos, al parecer eran distintos canales de TV.
-Aquí es- anunció bajando por un subterráneo.
 Al entrar al edificio en sí quedé anonadada, era más de lo que esperaba.
-Este es el mundo que te espera- la voz de mi anfitriona resonó en mi mente, perdiéndose entre los murmullos de la gente que iban y venían, el lugar estaba en un movimiento activo. La gente pasaba frente a nosotras casi sin vernos y seguían sus rumbos fijos, todo organizado, todo rápido.
-Te llevaré con el gerente...
---------------------------------------------------------------------------------------------
Hola!
Si, si, si... discúlpenme por tardar tanto pero es que el colegio no me dejaba hacer nada :C En serio... además he tenido puras pruebas científicas y soy muy mala en eso D:! Lo mío es el humanismo completamente jajaja
Espero no haberlas aburrido con este cap xD La verdad es que... ahora viene un cambio total! Ni se imagiinan ._. Creo ajajaj
Las Adoro Aliens! :] <3
Gracias por esperar y por comentar ^^