sábado, 20 de agosto de 2011

Capítulo 8: "Se acerca el momento."


 Mañana era el día de la sorpresa para Simone, al fin llegaría aquel ansiado cumpleaños. Mamá ya tenía todo listo, las cosas compradas, la gente invitada... TODO.
-¿No invitarás a sus hijos?- pregunté solo para asegurarme.
-Están de gira cariño, es mejor que no los interrumpamos.- Si, era mejor que no volvieran... solo quería estar segura.
 Me dijeron que invitara a un par de amigos para no sentirme sola, claro. Invité a Carmen y Pía, Logan se coló... y solo ellos. Pensé en invitar a otros compañeros de clase pero en realidad no sabría a quien.
-Gaby!- pensé en voz alta y mamá me quedó mirando- me faltó invitar a... una amiga.
 ¿Cómo conseguiría su número? Yo quería que ella estuviese ahí, al fin y al cabo, Simone la conocía.
 Subí a revisar mi celular y me di cuenta que nunca le pedí el número... la única forma de contactarme con ella sería...
-Hallo Bill- saludé nerviosa cuando contestó.
-Hola pequeña.
-Bill, necesito un favor...
-¿Cómo estás Bill?, bien gracias, y tu?- comenzó a decir algo molesto- ¿no te preocupas por mi?
-Lo siento, ¿cómo estás?- dije riendo.
-Muy bien...- vaciló- ¿y tu?
 ¿Conocería Bill las fotos? Seguro que si, era su hermano, su gemelo.
-De maravilla- mentí.
-No se nota demasiado- hizo algo así como un chasquido con su lengua- ¿qué me querías preguntar?
-Ah, claro... ¿me das el número de Gaby?
-¿Gaby? ¿para qué quieres su número?- sonaba muy, muy confundido.
-Eh... quiero ver a Puppi, hace siglos que no veo a ese lindo perrito.- Dije intentando sonar alegre.
 Supongo que lo creyó porque no hizo más preguntas y luego me dictó el número, era todo lo que necesitaba saber de esos Kaulitz.
-Bill- se escuchó una voz a lo lejos- ¿con quién hablas?- luego hubo un corto sonido, como si tapasen el celular... pero de todos modos escuché- Cállate Tom, es (tu nombre).
 Me quedé congelada, con el dedo puesto sobre la tecla para cortar pero se me hacía imposible hacerlo, alguna parte de mi subconsciente quería escuchar su voz un poco más.
-¿(tu nombre)?- Aún podía oírlo- ¿Qué haces tu hablando con ella?- sonaba molesto- Mejor entregame el celular a mi que...- se oía desde el otro lado un forcejeo enorme.
-¿Bill?- pregunté con un leve tono de quiebre en la voz.
-¿(tu nombre)?- alguno de los dos habló- soy yo, Tom... por favor... desblo...contéstame el celular yo...
 No soporté más y corté, había hecho una promesa conmigo misma y no la iba a quebrar, no hablaría con Tom.
 Llamé a Gaby más tarde y aceptó de inmediato la oferta, sabía que ella nos querría acompañar.
 La tarde se hizo aburrida, mamá corría a todos lados preparando las cosas. Mi misión mañana sería acompañar a Simone al centro comercial y estar allá un par de horas... todo estaría perfecto.
-¿Mamá te ayudo?- nunca pronunciaba esas palabras pero ahora lo sentí necesario, ya veía que de un momento a otro colapsaba.
-Por favor!- gimió llevando unas cosas al desván.
 El resto de mi tarde-noche se fue en ayudar a mamá, papá llegaría tarde pues estaba en una reunión de trabajo y mi hermanito estaba dormido, para nuestra suerte.
-Es mejor que te duermas- sentenció mamá- mañana no irás al colegio, ya hablé con las madres de tus amigas e irán a comprarse una buena tenida para la fiesta, ¿si?
-Claro- dije colgándome de su cuello- eres la mejor!
 Me fui a dormir con una extraña sensación. Mañana sería un día distinto, eso estaba más que claro, pero tenía el presentimiento de que sería algo más que distinto...
-Despierta- una voz no muy habitual a esas horas interrumpía mi sueño- vamos (tu nombre), debemos ir de compras.
 Abrí los ojos con cierta dificultad y pude ver a mis dos amigas expectantes frente a mi cama, ya estaban listas.
 Me levanté con un poco más de ánimo y rápidamente me arreglé para salir, el día estaba hermoso.
-Chicas, hay algo que hacer antes.- Anuncié caminando a casa de Simone.
-Hola lindas- saludó cuando abrió la puerta.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Gritamos las tres juntas.
 Simone sonrió como pequeña, en ese gesto se veía tan igual a sus hijos, más igual de lo que yo hubiese querido... en un momento me pareció que tenía un pircing y trenzas.
 Sacudí la cabeza para despejar un poco mi mente -Más tarde te pasaré a buscar para ir al centro comercial, ¿si?
-Claro- dijo sin quitar esa reluciente sonrisa mi querida vecina.
 Nos despedimos y fuimos camino a nuestro primer destino, una tienda de vestidos. La fiesta no sería de gala, pero tampoco tan informal, había que verse lindas.
 Luego de recorrer un montón de tiendas, las tres quedamos conformes. La primera en elegir fui yo, la verdad es que no me fascinan demasiado los vestidos pero en cuanto vi aquel vestido azul quedé hipnotizada, sabía que era el elegido.
-Es perfecto- exclamó Carmen cuando salí del probador. Y así de perfecto lo compré, Carmen y Pía eligieron lila y anaranjado, respectivamente.
 Fuimos, después, a comprar zapatos y bueno, cosas para ponerse con el vestido, accesorios, etc... y cuando ya terminamos miré la hora, ya era hora de sacar a Simone de su casa.
-Chicas, ¡estamos atrasadas!- grité corriendo fuera del centro comercial al cual volvería en un rato más.
 Llegamos a casa con los pulmones a punto de explotar y dejamos las cosas en su lugar. Mis amigas ayudarían a mamá y yo iría sola con Simone, salida de amigas.
-¿Estás lista?- pregunté cuando me atendió en su casa, de paso le extendí la bolsa con mi regalo.
-Claro- sonrió- muchas gracias linda, no tenías que preocuparte.
 No dije nada y la observé mientras abría lentamente mi regalo. Pude ver un brillo especial en sus ojos cuando lo vio.
-¡Qué hermoso!- exclamó con la voz un poco apretada- me encantó cariño.
 Le di un fuerte abrazo, que ella correspondió y luego nos separamos para emprender camino.
-Pero... ¿tu madre no viene?
-No, mi hermanito está un poco enfermo y bueno, se tiene que quedar con él.- Ya teníamos la mentira preparada.
-Pero vayamos a tu casa y...
-No- le corté- salgamos...
 Prácticamente la empujé fuera del condominio y tomamos rumbo al repetido centro comercial, ya lo estaba comenzando a odiar.
 La invité a tomar un helado para comenzar el festejo y aceptó de inmediato. Pensé que estaría un poco triste por no celebrar o por estar lejos de sus hijos pero no comentó nada hasta que yo toqué el tema.
-¿No extraña a los chicos en estos momentos?
-Claro que si- sonrió melancólica- pero se que es su trabajo y están realizando su famoso sueño, siempre me lo repito cuando los extraño. Además no es el primero ni el último cumpleaños al que no vendrán, lo han hecho antes pero no me molesto porque se que no es intencional.
 Me dio un poco de pena saber eso, y también culpabilidad porque he deseado tanto no ver a Tom que seguramente por eso no pudo venir...
 Cambié el tema rápidamente para no comenzar a hiperventilar la tristeza que me estaba consumiendo en ese momento.
 Mi celular vibró casi todo el tiempo, estaba en contacto constante con las chicas desde mi hogar para calcular cuando deberíamos volver.
-¿Y por qué tantos mensajes?- preguntó curiosa mi querida amiga.
-No es nada... un... un amigo- titubee.
-¿Amigo?- dijo casi ofendida, lo había olvidado... se suponía que Tom y yo...
-¿Dije amigo?- me hice la idiota- quise decir amiga, una amiga.
 No dijo nada más pero luego de eso se vio un poco más esquiva, más resistente a mi cariño... creo que se molestó un poco.
-Ya, ¿vamos a casa?- pregunté ansiosa cuando las chicas me dieron la señal.
-¿Tienes planes más tarde?- preguntó en un tono algo molesto, estaba celosa por... se notaba que ella no sabía lo que su hijito había hecho.
-No, ya hemos recorrido todo, quizás ahora mamá esté desocupada- sonreí.
 Al final se dio por vencida y bajó ese escudo que hace un rato la estaba cubriendo, volvió a ser mi querida Simone.
 El camino a casa se me hizo muy corto, estaba tan ansiosa que no notaba nada de lo que hacía, solo quería llegar a casa y ver la cara de felicidad de Simone. Además aún tenía esa extraña sensación que anoche me acompañaba, algo pasaría.
 Teclee un último mensaje cuando faltaban solo un par de minutos para llegar a casa, debían estar todos preparados.
 Cuando bajamos el autobús, el cielo ya estaba oscuro y las estrellas dominaban la noche, habíamos pasado toda la tarde en aquél lugar.
-Mira que oscuro está- comentó Simone- es una hermosa noche.
-Si que lo es- afirmé- y recién comienza...- Me miró con cara de no comprender nada y así era mejor, casi digo todo antes de tiempo.
 Nos acercamos lentamente a casa, solo un par de luces la alumbraban. Mi adrenalina estaba al máximo, algo me decía que aún faltaba lo mejor.
 Giré la llave de la puerta hasta que sentí el "clic" que anunciaba que ya estaba abierta y la empujé suavemente...
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 Hola!
Me he demorado algo en escribir esto e_e pero es que no sabía como hacerlo >-< así que gasté al máximo mis neuronas y lo hice... hasta un brazo me duele ahora... creo que la tendinitis está volviendo, mala señal ._.
 Lo siento si no está muy divertido... pero mañana viene la fiesta.. eaea hahaha xD
 Las Adoro infinitamente, ya lo saben :]
 Gracias por tooooooodos sus comentarios... y que bueno que les dio risa lo del anterior ajajaj a mi igual me dio risa cuando lo pensé, por eso lo puse :3
 Cuidense <3

1 comentario:

  1. genial....!! subeeeeee
    vendra tom..?? awwww ya kiero leer..
    amo la fic :)

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