miércoles, 31 de agosto de 2011

Happy Birthday My Beautiful Angels.


 Acá aún no es 1ero de Septiembre, en L.A. tampoco... pero en Alemania si y mañana no podré conectarme en todo el día :/
Mis gemelitos... el año pasado celebré su primer cumpleaños... me parece que fue hace tan poco *-* Recién cumplían 21... ahora ya es un año más, ustedes han cambiado, yo he cambiado... y así seguiremos todos cambiando por muchos años más...!
Me es tan difícil escribir esto... porque no se como celebran sus cumpleaños, nunca he asistido a uno e_e no sé que se regalan entre ustedes, nunca he visto sus expresiones cuando escuchan la canción de cumpleaños... nunca han recibido mi abrazo ni yo sus "gracias"... pero no importa. Me conformo con saber que lo disfrutan, que se sienten conformes con sus 22 años de vida, yo sé que si.
Me imagino la expresión de Tom al sentirse un año mayor, más maduro... más sexy... hahaha que genial sería verlo en persona... Y Bill... ¿se emocionará? Se emocionarán ambos al ver todo lo que han hecho?
Misterios... misterios que no puedo descifrar por muy fan que sea, por mucho que los admire porque no puedo entrar en sus vidas, porque no soy su amiga de infancia ni puedo leer sus mentes.
Sé que no leerán esto pero eso no me desanima. La vida sigue... no soy utópica... solo soy mm... no sé como soy... ni siquiera estoy segura de lo que quiero ser... pero ponerme límites mentales no está en mi idea de vida. Todo es posible.
¿Qué hubiese sido de mi vida si ustedes no hubiesen nacido? Sí, no es algo loco... en serio. Si no hubiesen nacido nunca se habrían juntado con Geo y Gus, nunca hubiese existido Tokio Hotel y ahora quizás que música escucharía yo [Sé que reggaeton no e_e, ni Justin Bieber...] Quizás no sabría el inglés que ahora sé porque las canciones me han ayudado bastante... No tendría como meta el viajar al extranjero, no querría aprender alemán ni saber cantar... mis metas no serían las mismas... ¿Se dan cuenta de todo lo que hubiese cambiado?
Espero que disfruten su cumpleaños y que cumplan muchos muchos más... ! ♥
Los amo chicos :]
¡Dankeschön für alles! ♥


lunes, 29 de agosto de 2011

Capítulo 13: "De vuelta a la rutina... ¿o no?"


 Carmen llegó corriendo a Gustav y le dio un fuerte abrazo, yo conocía ese tipo de abrazos que ella daba y dolían, si que lo hacían. Gustav hizo un ruidito que confirmaba lo que yo pensaba, estaba sufriendo y de dolor.
-Se que me quieres pero no seas tan cruel- dijo riendo y todos lo imitamos.
-Lo siento- dijo la aludida sonrojada- solo que no te veré en dos semanas y si que te extrañaré- cuando acabó la frase se tapó la boca más sonrojada aún y se refugió en brazos de su "amigo" de nuestras burlas.
-Ya no los molesten más- Bill salió en su defensa- nosotros igual las extrañaremos chicas- vaciló- y a ti también mamá- repuso después de una asesina mirada de mi querida vecina.
 La escena me pareció un pequeño deja vú, ahí estábamos los mismo de hace un mes y algo atrás, las mismas personas, solo habían cambiado un poco las relaciones. Tom me miró esperando algo, algo así como lo de Carmen supuse.
 Articulé con los labios un "te quiero" y sonrió, luego me tomó rápidamente de la cintura y depositó en mis labios un largo y sabroso beso.
-(tu nombre) es mía- gritó enojado mi hermanito- mía, mía.
 Mi hermano ya podía decir varias frases en alemán, como por ejemplo... esa... todo era suyo desde que aprendió a decirlo.
-Es tuya y mía- agregó Tom, yo me sonrojé.
-¿Tuya? ¿desde cuando?
-Desde la primera vez que entraste en mi habitación en aquél hotel eres completamente mía- dijo sonriente.
 Mis ojos se pusieron llorosos al recordar aquella vez, todo lo que sucedió hasta hoy, fue como una película de dos segundos que se cruzó por mi mente. Lo abracé para aguantar las lágrimas.
 Podía escuchar desde esa posición a el resto de los chicos despidiéndose, alcé la vista para no perderme un segundo de eso, ya no lloraría.
 Georg y Caty no se separaban, era gracioso verlos siempre caminar tomados de la mano y él rodeando la cintura de su novia, todo un espectáculo.
 Bill se despidió de todas, hasta su madre, y al final de Pía. Desde anoche que ellos se traían algo... quizás desde antes pero recién lo había notado.
 No se por qué me fijaba en todo... quizás quería despejar mi mente de la inminente despedida con Tom, por alguna extraña razón me dolía dejarlo ir, aunque fuese por dos semanas... sin él me sentía desprotegida.
-Prometo no fallarte esta vez- susurró en mi oído con la mirada perdida en la pista de aterrizaje.
-No prometas nada que la gente olvida- respondí mirando detenidamente su rostro- solo repite que me quieres... eso si me gusta.
-Te quiero- dijo clavando sus ojos en los míos- pase lo que pase... te quiero.
 Me despedí de todos y luego besé a Tom por última vez, lentamente y con cariño... intenté demostrarle solo con ese beso cuando lo quería pero no pude, no me alcanzó el tiempo.
 Otra vez el avión se alejó ante mi mirada. Ahí iba el chico que yo quería, aquél que me hacía reír, llorar, odiar la vida y al segundo siguiente amarla.
 Nos miramos todas con un poco de nostalgia pegada en los ojos y luego giramos sin decir nada hacia la salida. Los periodistas seguían en la entrada, ya se habían dispersado pero no retirado. Caminamos con la vista baja para no ser reconocidas, solo Simone se cubrió, ya que era la madre, pero al parecer nadie nos vio.
 Subimos todas al auto, Simone manejó, Pía se fue adelante y Carmen, Stefano y yo, atrás. Mi hermanito se dio vuelta a mirar por el vidrio trasero y comenzó a canturrear cosas sin sentido, él era feliz en su mundo.
-Nos siguen unos super espías- comentó riendo- yo me esconderé en brazos de (tu nombre) de esas personas malvadas- esta vez apuntó hacia la parte posterior del auto, al camino.
 Me di vuelta y seguí con la mirada el rumbo de su pequeña manita mientras él se ocultaba entre mis brazos, solo divisé un magnífico auto negro.
-Debes dejar de ver películas pequeño- dije riendo.
 Me fui el resto del camino pensando en Tom, cuanto lo extrañaría estas dos semanas. Las calles pasaban por mi lado rápidamente, los autos nos adelantábamos, nosotros adelantábamos a otros... así en una calma monotonía.
-De nuevo en casa- anunció Simone doblando hacia el condominio.
 Miré de reojo por la ventana y vi como el auto, que un tiempo atrás mi hermano había apuntado, seguía de largo por la avenida, solo redujo un poco la velocidad cuando nosotras, y Stefano, doblamos. ¿Nos seguirían? Seguro que no, solo era yo la paranoica.
 Cuando entramos a casa con mis amigas, mamá aún estaba durmiendo. Simone nos había extendido una habitación para ir a su casa y decidimos aceptarla, pero primer debíamos comer algo.
-¿Te has arreglado con Tom?- Carmen preguntó con la boca llena.
-Eso creo- respondí de igual forma- pero no tenemos nada...
-Eso no parecía nada- comentó Pía.
-Bueno, nada oficialmente, claro que somos...- vacilé- algo...- Las chicas se miraron ansiosas, querían más información pero no la obtendrían- ¿Y tu con Gustav?
 Carmen quedó con la comida a medio tragar y se sonrojó. Sabía que era su punto débil, la forma perfecta de alejar la atención de mí.
-¿Gustav?
-Si, Gustav- Pía me siguió el juego- ¿Hay algo formal?
 Su rostro adquirió un tono aún más fuerte, imaginé que en algún momento su rostro explotaba. Eso me causó risa.
-Pero si se ríen no contaré nada- se quejó la chica con cara de tomate fulminándome con la mirada.
 Nos quedamos en silencio de inmediato y Carmen comenzó a relatar mientras el color comenzaba a desaparecer de su rostro.
-Ayer en la fiesta, cuando (tu nombre) nos golpeó... bueno- sonrió- me pidió que fuese su novia.- Finalizó bajando la mirada aún con ese gesto grabado en el rostro.
 La felicitamos con abrazos y gritos típicos de chicas, si, por muy madura que me sintiera aveces, era realmente todo lo contrario.
 Dejamos a mi hermano durmiendo en su habitación y fuimos a la casa de mi vecina a pasar la tarde. Simone nos recibió con una enorme sonrisa, me había agradecido miles de veces la fiesta y ahora, que no lo hacía, lo seguía demostrando con la mirada, con aquella mirada tan similar a la de sus gemelos.
 Nos pasamos la tarde entera hablando en aquél lugar. Simone nos comentaba un poco sobre las personas que habían asistido a la fiesta la noche anterior, primos, amigos, compañeros de colegio... muchas personas que, según ella, no veía hace siglos.
-Me alegro que te haya gustado- dije sonriendo- era lo que quería, verte feliz.
 Las chicas se fueron y yo me fui de vuelta a casa, estaba agotadísima, no dormía hace más de 24 horas y eso ya me estaba pasando la cuenta, a decir verdad, ya me sentía algo sonámbula.
 En los pocos pasos que separan la casa de Simone de la mía me sentí observada. Miré a todos lados para encontrar el punto de mi inquietud pero no había nada.
-El sueño me afecta- murmuré abriendo la puerta de casa con los ojos semi-cerrados.
 Me fui a dormir rápidamente pues había perdido un día de clases y mañana debía ir si o si. Mamá me saludó en el salón pero no respondí, solo quería llegar a mi habitación.
 Cerré los ojos un par de segundos y comencé a dormitar pero un ruido me despertó, mi celular.
 "Ya llegamos a España", era un mensaje de Tom, "espero que estés bien, te quiero mucho bonita, ya te extraño."
 Sonreí adormitada y pensé en responderlo... pero solo llegó hasta ahí mi intención, de inmediato el sueño me ganó.
 Desperté con la sensación de haber dormido una semana, no fue tanto pero dormí más de lo normal. El día se mostraba nuevamente despejado. Me arreglé rápidamente y bajé a esperar a mi familia para ir al instituto.
-¿Hola?- Pregunté a la nada, no había nadie en el primer piso como era lo común.
-Lo siento hija- sentí la voz de papá desde la escalera- nos hemos quedado dormidos... tu hermano igual- sonrió- ¿puedes irte caminando?
 No tuve más que encogerme de hombros y salir rumbo al instituto, así lo requería la situación. El aire estaba cálido pese a la hora y las calles se veían un poco vacías, caminaría rápidamente para llegar temprano. Salí a toda prisa del condominio y tuve la sensación de que alguien me seguía
-Es tu imaginación- me repetí mentalmente, acelerando un poco el paso- no gires, no gires...
 Seguí un par de calles más así hasta que la tentación me ganó, ya lo había comprobado esas cuadras, alguien me seguía pero no se acercaba lo suficiente.
-¿Qué quieres?- pregunté girando repentinamente, una mujer se detuvo de golpe.
-Yo... esto... lo siento- se disculpó un poco avergonzada.
-¿Quién eres y por qué me sigues?- solté un tanto molesta, aquella mujer me había hecho recorrer todas esas cuadras aceleradamente.
-Me llamo...
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Hola :D!
¿Cómo están las mejores chicas del mundo? hahaha
Espero no aburrirlas con este cap, no tiene gran contenido ni nada pero es algo :3
Tengo mucho sueño >-< y debía estudiar pero no lo hice... aunque lo sé :D
Gracias por sus comentarios :3 Se que en el cap anterior querían... "otra cosa" pero no, aún no jajajaja >:]
Las Adoro de aquí a muy muy lejano :D
Cuídense ^^
PD: Me han pedido que publique esta fic http://juego-placentero.blogspot.com/ :] No la he leído por cosas de tiempo xD Pero bueno, ahí la dejo :3 Un beso <3

sábado, 27 de agosto de 2011

Capítulo 12: "Tom..."


 Lo miré un par de segundos sin decir nada y luego salté a besarle, era irresistible no hacerlo. Lo besé como si se me fuese el alma en ello... y quizás eso pasaba sin darme cuenta.
 Tom susurró algo así como "gracias" entre besos pero no le puse mucha atención, era mío. Comenzamos a caminar sin separarnos hasta el interior de mi habitación y caímos en mi cama, él estaba sobre mi.
-(tu nombre)- gritó una vocesita riendo- tengo sueño.
 Me sonrojé de inmediato, mi hermano había presenciado toda la escena en su pequeña inocencia.
-Claro, ven acá... dormiremos- dije alzándolo en brazos.
 Tom me miró sonriente e hizo un gesto de que iba a cerrar la puerta, algo que realizó unos segundos después, luego nos acostamos los 3 juntos en mi cama. Stefano estaba inquieto, no paraba de hablar.
-Escuchemos una linda canción- dijo Tom con una cara de aburrido como yo- se que te gustará.
 Su mano se posó suavemente en la caja musical que hace un tiempo me había regalado y la melodía comenzó a inundar mi pieza. El sonido no era el mismo con su mirada sobre la mía, ambos acostados... cada uno a un lado de Stefano... era todo realmente alucinante... como un hermoso sueño.
 Mi hermano no tardó en quedarse completamente dormido y me dispuse a llevarlo a su habitación pero Tom insistió hasta que él lo cargó, se veían adorables.
-No sabía que podías cargar niños- susurré luego de acomodar a mi pequeño.
-No sabes nada de mi aún- respondió pícaro.
 Volvimos a mi habitación pero no en el mismo clima que antes, ahora se podía respirar en paz... sin comernos entre nosotros.
-¿De verdad me quieres?- pregunté sin alzar la mirada, estábamos ambos sentados en la orilla de mi cama.
-¿Aún lo pones en duda?
 Y ahí seguía esa eterna e impenetrable mirada, frente a mi, insistiendo en que olvidara lo sucedido. No podía dejar de mirarlo, era como un pequeño bálsamo para mi corazón, su compañía, su cariño... yo sabía que él me quería pero eso era tan... irreal que no podía evitar preguntarlo.
-No es eso- respondí luego de un rato- es que todo es tan...
-¿Hija, estás ahí?- la voz de mamá me interrumpió desde el otro lado de la puerta.
 Tom me miró asustado, como un niño pequeño cuando lo descubren haciendo una travesura muy mala. Comencé a reír un poco.
-¿Hija?- repitió.
-Si mamá- dije calmándome- aquí estoy...
-Que bueno, hace horas que no sabía de ti- intentó hacer girar la manilla pero estaba con seguro, ese había sido Tom, no yo. Lo miré y pude ver como se sonrojaba un poco... eso era algo raro- ¿Bajarás? Van a repartir el pastel y...
-Claro- le corté de inmediato- baja, yo te sigo...
 Los pasos de mamá poco a poco dejaron de escucharse y volvimos a quedar completamente solos en esa oscura habitación, solo iluminada por la luz de la luna. La melodía de la caja musical había dejado de sonar hace bastante tiempo pero el aire estaba cargado de ella.
 Nos miramos nuevamente. ¡Cuanto se podía decir en una mirada! Sus ojos reflejaban la luz de la luna, era como una pequeña luna enmarcada en sus pestañas. Sonrió de lado mientras yo pensaba en todo. El espectáculo de su rostro en solo una sonrisa, era fascinante y me alegraba de estar en primera fila. Su sonrisa, mi sonrisa.
-Te quiero- solté sonriendo, por un mero impulso, por las ganas de que lo supiera.
 Otra vez nos quedamos en silencio, mirándonos eternamente. Cuando solté las palabras sus ojos se abrieron un poco y luego se achinaron en una pequeña sonrisa, como amaba ese gesto en sus ojos.
-Y yo a ti- respondió unos minutos después.
 Sentí como con esas dos frases se comenzaba a escribir una canción, una historia, una dulce melodía, nuestra. Me puse de pie rápidamente y caminé hacia la puerta, ya situada en esta giré a verlo para que me siguiera y saliéramos de ese lugar pero me sorprendí al verlo ahí, frente a mi.
-No te vayas- susurró posando sus manos a ambos lados de mi cabeza- quédate conmigo solo unos minutos más.
 Sus ojos tan cerca de los míos causaban un nuevo efecto, en esa posición claro. Era como un nuevo mundo, era un mundo aparte, una fantasía. En ese lugar no había horas, no habían minutos ni fechas, no habían nombres ni edades. Había solo una palabra. Nosotros.
 ¿Qué me causaba este hombre? Su respiración lentamente comenzó a tomar el ritmo de la mía, luego ambas se detuvieron y comenzaron el nuevo ritmo, acompañadas por un beso. Me aferré con fuerza a su torso, era suyo, era mío. Caminamos juntos hasta mi cama, nuevamente, y nos recostamos para comenzar una nueva etapa de todo. Los besos comenzaron a adquirir más pasión, a mi mente solo venía una palabra, una simple y hermosa palabra... más que eso, un nombre. Tom.
-Tom- dije y sentí como de ese pequeño nombre salían miles de sentimientos.
-¿Pasa algo?- preguntó mal interpretando el sentido de la frase.
-Nada- susurré volviendo a atraparlo para mi.
 El mundo se situó en mi habitación. Tom comenzó a masajear suavemente mi torso, sus manos se sentían ansiosas pero a la vez suaves. En un segundo indefinido abrí los ojos para darme cuenta que todo era cierto, que él estaba ahí, conmigo, y así era... mi corazón se inundó en su amor.
-Tom- susurré nuevamente pero este no me puso atención, ahora yo si quería hablarle.- Un segundo Tom...
 Se detuvo casi de inmediato y abrió los ojos, un brillo desconocido, para mi, los inundaba.
-No quieres que...- dejó la frase inconclusa, yo sabía a que se refería.
-Esta noche, aquí, en esta situación... no...- dije intentando volver a respirar con normalidad, le sonreí para que no se sintiera mal.
-Ok, te comprendo...- respondió forzando una sonrisa, supe que era así porque la alegría no llegó a los ojos, no brillaron como cuando realiza ese gesto.
 Le robé un último beso y bajamos a compartir con el resto lo que quedaba de noche, y de fiesta. Simone nos abrazó cuando llegamos al último escalón, me sonrojé cuando me vieron bajar con él... quizás que pasó por sus mentes... seguro no estaban lejos de la realidad.
 Me separé un poco de él para buscar a mis amigas. Una escena que no esperaba se presentó ante mis ojos... Gaby y Logan estaban... bueno, desde donde yo estaba ubicada se veía como un beso. Sonreí. Por fin Logan había encontrado a alguien que en verdad valía la pena.
 Seguí caminando, chocando a ratos con personas... ya no había tanta gente, eran solo los más cercanos, supuse.
 Pía estaba hablando cómodamente con Bill, tuve que interrumpirlos pues no encontraba a Carmen y no quería molestarla en su tiempo con Gustav.
-Hola- saludé parándome frente a ellos.
-Hola- respondieron ambos mirándome un tanto incómodos... creo que no fue buena idea ir a molestarlos.
-¿Cómo lo han pasado?- se miraron de manera cómplice y Pía respondió.
-Excelente, ha sido una fiesta genial, ¿no Bill?
-Claro- afirmó él. Si, yo estaba sobrando en todos lados.
-Que bien, me alegro- sonreí falsamente- yo me voy.
 No había más que hacer. Volví con mi familia, Simone, Gordon y Tom. Hablamos todos juntos hasta que amaneció. Tom me tomaba la mano a ratos y nuestras familias sonreían.
 Cuando acabó la fiesta solo quedábamos los dueños de casa... y claro, los vecinos. Los chicos debían partir a medio día.
-¿No dormirán?- pregunté. Solo estaban los 4 chicos, mis amigas, Logan y yo.
-No- respondieron todos.
-Hay que aprovechar el tiempo juntos- repuso Georg abrazando a Caty por la cintura. Cuando llegaron ellos a la fiesta no lo noté, claro, por todo lo sucedido, pero Geo había traído a su novia.
-Lo mismo digo- Tom me rodeó con un brazo y luego depositó un tierno beso en mi mejilla. Todos nos quedaron mirando sorprendidos, todos conocían la otra historia, sin embargo, nadie comentó nada.
 El tiempo pasó rápido, sin darnos cuenta ya faltaban dos horas para que se alejaran nuevamente. Con Tom no nos habíamos separado hasta ese momento, debíamos cambiarnos todos de ropa.
 El día estaba despejado y caluroso. Mamá no se había acostado aún y estaban en el primer piso ordenando un par de cosas con Simone, ella había insistido.
 Subí a darme una ducha mientras mis amigas dormían una pequeña siesta en mi habitación. En mis manos estaba su olor, en mi cuello, mi cuerpo completo tenía su fragancia y eso me encantaba. El agua comenzó poco a poco a llevarse los rastros de la fiesta en mi cuerpo y me sentí nueva, podía decir que hasta un poco vacía al faltar su presencia.
 Salí y me arreglé rápidamente, aún faltaban mis amigas pero eramos rápidas. Mientras ellas se arreglaban bajé a ayudar un poco a mamá pero me mandó a cuidar a mi hermano.
 Entré silenciosamente a su habitación pero lo encontré sentado viendo una película animada junto a Tom. Se veían realmente adorables.
-Hola pequeños- saludé asustándoles, al parecer no me habían escuchado entrar.
-Hola hermosa- respondió no mi hermanito, por supuesto.
 Me senté al lado de Tom y disfruté la película con ellos. Pude ver como Tom desviaba su mirada hacia mis piernas, me había puesto unos pantalones cortos y para arriba una polera [remera, como sea] algo escotada. Le di un pequeño codazo.
-Lo siento- susurró sonriendo pícaramente- te ves realmente bien.- Me sonrojé.
 Terminamos de ver la película, mi hermano aplaudía contento.
-(tu nombre)- me llamó- tengo hambre.
 Bajamos a prepararle algo, mamá se había ido a dormir unos minutos atrás y Simone se estaba arreglando para ir a despedir a sus hijos.
-Solo falta que vuelvan los chicos y nos vamos- anunció triste Tom mientras mi hermano tomaba leche.
-Pero vuelves en un par de semanas- dije sonriente, intentando alegrarme yo y alegrarlo a él también.
 Se acercó lentamente a mi y me besó, quizás era uno de los últimos besos en estos días... supongo que por eso sabía diferente...
-Es hora de irnos- anunció Bill entrando a la cocina- pero si quieren...- se sonrojó al interrumpirnos.
-No hay problema- dije intentando sonreír- vamos.
 Llevaríamos a mi hermano pues mamá debía descansar un poco. El viaje en el automóvil  que nos transportaba se me hizo corto, el tiempo cuando yo quería que fuese infinito se reducía a nada.
-Falta media hora aún- me quejé bajando en el aeropuerto- nos vinimos muy temprano...
-Está bien así- respondió Tom acariciado suavemente mi rostro- tenemos más tiempo para las despedidas.- Despedidas, cuando odiaba las despedidas.
 El aeropuerto estaba atestado de periodistas nuevamente, todos querían saber el motivo de la inesperada y corta vuelta de los chicos a Alemania en medio de la gira.
 Mis amigas venían en otro auto atrás, yo me vine con los chicos porque Tom insistió mucho, mi hermano iba en el otro vehículo.
-Por esto decía yo que hubiese sido mejor que (tu nombre) se viniese con las chicas- dijo Bill un poco molesto- los periodistas la verán...
-No pasará nada- insistió Tom.
 Bajamos escoltados por sus guardias, Tom me llevaba abrazada y yo iba con lentes oscuros para que no me viesen bien, la verdad es que odiaba los lentes oscuros.
-¿Quién es ella?- preguntó uno de los periodistas- ¿Ya has olvidado a Chantelle Paige?
-¿No se supone que tenías novia Tom?- preguntó otro.
 Así siguieron las preguntas hasta que pudimos cruzar la entrada, había muchas fans y toda me quedaban mirando un poco molestas cuando pasaba frente a ellas... no faltó la que gritó "bitch".
-Quizás no fue tan buena idea- dijo Tom un poco apenado cuando al fin salimos de la multitud.
-Claro que no lo fue- criticó su gemelo de inmediato- la pusiste al acoso de los periodistas y ahora te irás... no la dejarán en paz.
-Ya no importa- me defendí, no valía la pena pelear en ese momento- supongo que no me encontrarán.
 Los cuatro chicos me miraron con cara de "no sabes lo que dices" pero no me contradijeron. Al rato llegaron mis amigas. Era la hora del adiós...
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Holo :3
Supongo que... esto es más largo no? xD A mi me parece latero pero bueno... supongo que no será igual para ustedes,eso espero e_é
Saben... nunca me había inspirado con música clásica pero esta vez si... con esta canción http://www.youtube.com/watch?v=Ttr5gGmD9pY es la canción de la caja musical ok? :3
Las Adoro infinitamente... <3
Esta semana no podré subir tanto porque tengo pruebas y la verdad me ha ido un poco mal .-.
Gracias por sus comentarios apoyándome siempre... siempre se los digo pero son las mejores *-* las quiero adoro a todas <3 de verdad :D

miércoles, 24 de agosto de 2011

Capítulo 11: "Miénteme..."


 Tom dirigió una mirada furiosa contra el chico que lo enfrentaba, no esperaba verlo así.
-Tu no te metas Bill- gritó furioso- eres un traicionero.
-¿Traicionero yo?- respondió su hermano indignado- teníamos un trato, idiota. No mereces a alguien como ella...
 Me sentí algo excluida, hablaban de mi como en tercera persona y yo estaba ahí, afirmada por Bill desde el antebrazo.
-Vete- dijo el mayor de los chicos intentando acercarse a mi pero Bill me abrazó.- No me hagas esto hermano...- soltó casi en un gemido.
 No sabía que hacer, quería hablar con Tom pero ahora no era el momento, era la fiesta de Simone y no quería ponerme triste en esto.
-¿Cuándo se van?- pregunté de la nada. Ambos giraron a mirarme.
-Mañana a primera hora- respondió mi defensor- tenemos que seguir con la gira, aún quedan un par de semanas.
 Si no hablaba ahora con Tom tendría que esperar 2 semanas más y... dudo que mi corazón (y razón) hubiese aceptado eso.
 Le rogué un par de veces a Bill que nos dejara hablar unos minutos, si digo se lo rogué es porque así fue, no quería dejarme sola con su hermano. Se retiró en silencio luego de darme un cariñoso beso en la frente.
 ¿Cómo comenzar a hablar de... eso? ¿Cómo mantenerme firme cuando lloré tanto por él? Tom se sentó en la banca donde yo estaba en un principio y con un leve gesto me llamó a su lado, le obedecí.
 Ya estaba bien entrada la noche y el frío se hacía presente a cada momento. Un escalofrío me sacudió entera.
-Te ves hermosa con este vestido- comentó Tom observándome atentamente- pero te congelarás... ven acá...
 Comenzó a moverse lentamente, no comprendía que hacía hasta que con un brazo me atrajo a él y cubrió con su abrigo. El viento sopló con más fuerza pero ahora estaba protegida, estaba con él.
 No quería pelear, no quería recordar aquellas imágenes sin sentido, aquellas vacías imágenes que rompieron todo mi corazón. Quizás todo era verdad... seguramente así lo era...
-Lo que pasó con Chantelle no lo puedo negar...- comenzó a hablar Tom siguiendo el hilo de mis pensamientos- pero te puedo asegurar que no sentí nada, nunca he sentido nada con personas así...
-Cállate- no quería escuchar la verdad, no quería sufrir esa noche...- Miénteme- supliqué en un leve gemido- miénteme y haz que yo lo crea...
 Me miró confundido, seguramente mis palabras eran un poco desquiciadas. No me sentía así, lo único que quería era ser feliz por lo menos una noche... no lo era desde que se había ido y en este último tiempo todo había ido empeorando... ¿qué sacaba con seguir luchando contra él?
-Co... ¿Cómo?- titubeo.
-Lo que escuchaste- dije con la voz increíblemente firme- no me des explicaciones de nada, antes de partir no teníamos ninguna relación... ahora tampoco. Miénteme un poco y di que me quieres y que todo eso que pasó con... ella, fue mentira.
-Pero decir que te quiero no es mentira- dijo con los ojos abiertos como platos, seguía sin comprenderme.
-Tom, desde que te fuiste me he sentido perdida, todo ha sido... nada- suspiré- se que es cursi, se que no mereces que diga esto después de todo lo que me has hecho pero... es la verdad- mi voz ya me estaba fallando- y me odio por no odiarte, por no ser capaz de mantener un poco de dignidad... -me miraba atentamente- ¿me puedes hacer feliz solo esta noche?
 Se quedó en silencio mirándome fijamente a los ojos, me cohibí. La fiesta seguía en su máximo esplendor, podía ver por una ventana como todos disfrutaban dentro.
-No te podría volver a mentir- susurró- pero de verdad te quiero, te quiero como no he querido a nadie.
 Las últimas dos palabras de aquella hermosa frase chocaron con fuerza contra mis labios, se había comenzado a acercar y ya estábamos juntos por fin. Su boca comenzó a masajear lentamente la mía y me sentí viva de nuevo, todos aquellos rescoldos de sentimientos muertos se fueron uniendo poco a poco y el aire volvió tener gusto a aire. El mundo tomaba forma...
-Que mentira más deliciosa- susurré entre respiros.
-No es una mentira- respondió son detener los besos pero abriendo los ojos, yo lo había hecho hace un par de segundos- es la realidad.
 Me separé de inmediato y lo dejé, había roto mi pequeña y enferma fantasía.
-La realidad es que me has traicionado y no mereces nada- dije con la voz fría- la realidad es que eres un ser asqueroso y sin embargo te quiero- suspiré- Y la realidad es que ahora debemos volver a la fiesta y seguiré como antes, me has hecho volver a pisar la tierra y con ello... con ello la decepción de tus actos.
 Me levanté soltándome de su abrazo y el frío me chocó fuerte, un frío tan frío como mis palabras y mi voz, un frío como su corazón.
 Corrí a casa y entré sin siquiera dar una mirada a mi espalda, no quería volver a la mentira que había suplicado hace un par de segundos. El aire estaba impregnado de tabaco y muchas respiraciones juntas pero no me importó, así era la realidad.
-¿Dónde estabas?- preguntó alguien a mi espalda, no quise voltear a ver quien era y comencé a caminar hasta mi habitación. Había menos gente pero seguía la casa bastante copada.
 Choqué con alguien en mi camino y alcé la vista a ver quien era, la verdad eran dos personas... abrazadas...
-¿(tu nombre)?- preguntó Gustav- No te había visto!
-Te has perdido hace como dos horas- comentó Carmen alzando las cejas, era esa parejita la que estorbaba mi camino.
-Si, estuve en el patio... tomando aire- repuse y continué con mi camino.
 Al llegar a mi habitación, cerré la puerta de inmediato y me senté en la cama... estaba agotada de... todo. No podía sacarme de la mente esas imágenes, sus palabras al confirmarlas... era su voz la que me decía la verdad.
-(tu nombre)- llamó alguien desde el otro lado de la puerta- ábreme por favor...
 Corrí de inmediato a abrir, era la voz de mi hermanito.
-¿Tienes algún problema pequeño?- pregunté al abrir.
-El problema es que te quiero- respondió otra voz que venía desde la orilla de la puerta, era él.
 Mi corazón latió como enloquecido, lo llamaba, lo necesitaba, lo deseaba. Ahí estaba mi más hermosa pesadilla, mirándome con los ojos entristecidos y con una mano tomada de la mano de mi hermano.
-En una fantasía, en la realidad, en un sueño, en otro mundo... como sea... te quiero...
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Hola :]
Quedó super corto pero es que mi mente no dio más >-< lo pensé todo el día y al pasarlo a un documento salió distinto y... más corto e_e pero salió!
¿Saben? Donde especulaban tanto terminé escribiendo 3 versiones de este cap, bueno... dos y medias... pero dejé esta... creo que fue la mejor opción... las otras son historia ^^
 Gracias por hacerme dudar hahaha eso me hace pensar más... Hoy no fui al liceo porque no pasaron micros.. arriba el paro nacional! :] Mañana tampoco voy jajaja genial no? Tenía pruebas...
 Las Adoro de aquí a otro universo paralelo :]

lunes, 22 de agosto de 2011

Capítulo 10: "¿Corazón o mente?... El dilema eterno..."

 Me quedé congelada en ese mismo lugar, en sus brazos... Una suave brisa chocó contra nuestros cuerpos y pude sentir como su aroma invadía cada parte de mi cuerpo, aquél aroma que no se confundía con nada, era él.
 Su respiración bajó lentamente hacia mi oído, a cada segundo sentía como su abrazo me apretaba más y más pero no dolía... reconfortaba.
-Perdóname por todo- susurró contra mi oído- ha sido solo un...- cortó la frase hasta ahí y suspiró... esperé que siguiera diciendo algo pero no hubo más nada.
 El sonido de la fiesta ahora ya no se sentía. El mundo se compuso de dos piezas... él y yo.
-Tom- logré decir casi para mi interior, no se si lo habrá escuchado
 Su boca se deslizó lentamente hacia mi mejilla y se quedó ahí por un par de segundos. Mi corazón se estaba derritiendo, todas esas capas que había creado en estos días, todo ese odio se fue por el drenaje... mi corazón solo lo llamaba a él... pero el corazón no es el dueño del cuerpo, la mente maneja gran parte de este... ¿dónde quedó mi orgullo?
 Una lenta y silenciosa lágrima comenzó a rodar por mi mejilla. El corazón quería volver a sus brazos, a sus besos... pero no, debía mantenerme firme... un poco más.
-No llores- la lágrima había caído directamente en sus labios- no llores que sé que es por mi culpa y eso me mata...
 Me armé de valor, si no detenía todo en ese minuto ya luego sería tarde. "Debes ser fuerte" me recordé.
-Vete- mi voz se quebró, mi alma estaba quebrada, mis sentimientos eran solo trozos de lo que alguna vez fueron.
 Pude sentir como sus brazos se tensaron más aún a mi alrededor y luego, poco a poco, desaparecieron. Su respiración aún se escuchaba cerca.
 ¿Cómo volver a caer en sus brazos? En un par de semanas, meses... fue mi todo y solo en un segundo pasó de ser todo a nada... ahí quedé y sigo estando... en la nada... ahora yo soy nada.
-Te odio- dije esta vez alzando un poco más la voz- Odio cada minuto vivido contigo, Tom Kaulitz.
 El sonido de su respiración se cortó al finalizar mi frase. No lo odiaba, claro que no lo odiaba... mi corazón gritaba a cada segundo su nombre pero por eso mismo mi mente lo odiaba... ¡Que maldito dilema!
 No quise girar, no quise observar su rostro y arrepentirme de todo lo que hace pocos segundo había pronunciado. Mis ojos se anegaron en lágrimas y me puse de pie pero las piernas me fallaron... mi estúpido cuerpo se convulsionaba en sollozos y no pude más que caer al suelo de rodillas. La tierra estaba un poco húmeda pero no importaba.
-Mentira- sentí su voz algo lejos- no te creo.
 Seguí en la misma posición, era más cómodo... más oculto...
-Vuelve a repetir lo mismo ahora mirándome a los ojos y te dejaré en paz.- Maldita frase cliché, la había escuchado tantas veces que ahora me sentía como en una película pero no era así, era la realidad.
 No se en que minuto se movió pero cuando terminó esa frase estaba frente a mi. No quería levantar la vista.
-Vamos, levántate- dijo con una voz que me pareció de otra persona pero no, seguía siendo el mismo.
 Me puse de pie solo para guardar un poco de dignidad. Sentía las rodillas frías y tenía el rostro empapado. Seguí con la vista en el suelo que ahora estaba ocupado por sus anchas zapatillas.
-Solo mírame y repite lo que has dicho- dijo tomando con su mano mi mentón. Apreté los ojos con fuerza intentando no ver la realidad que me esperaba tras esos párpados... sabía que caería rendida a sus pies.
 Sentí como reía suavemente, eso me causó un poco de rabia... ¿qué era lo gracioso?
-No seas infantil y abre los ojos- susurró rozando sus labios con los míos, luego se apartó.
 Abrí los ojos y su imagen me chocó, tan perfecto como siempre. La luz de la luna chocaba contra su rostro y le daba un tono fantasmagórico a la escena, como un sueño.
 Ahí quedaron mis palabras, con las lágrimas recién derramadas, con la brisa que hace unos segundos nos golpeaba, con el suspiro de mi corazón rendido... tan rápido como fueron pronunciadas se marcharon.
 Su mirada se tornó ansiosa, podía sentir como deseaba que yo pronunciara aquello o no lo pronunciara, la verdad no lo sé.
-¿Y?
-Te... te...- titubee- Te... Ash... maldita sea....- me rendí, no había caso.
 Sonrió triunfante ante mi pobre declaración y me soltó el mentón. Un cosquilleo quedó dando vueltas por el lugar donde segundos antes estaban sus manos.
 Sin previo aviso sus brazos me rodearon y apegaron con fuerza a él, me sentí como una niña pequeña... sus brazos rodeaban todo mi cuerpo. El latido de su corazón llegó pronto a mis oídos y me sentí llena... él era mi mundo.
 Le devolví el abrazo con urgencia, mis manos se aferraron con fuerza a su torso y mi mente por fin se despejó, la verdad volvía a mi mente.
-Siento lo de...
-Cállate- le ordené- Lo hecho, hecho está.- Quiso decir algo pero continué- Me mentiste tan pero tan fríamente que no te lo puedo perdonar así como así Tom- suspiré- pero de todos modos... ya no importa, déjame ir, ¿si?
 Sus brazos nuevamente me obedecieron y lo miré, esta vez no me devolvió la mirada. Giré sobre mis talones e intenté arreglar con mis manos el posible desastre que mi maquillaje había causado.
 La música de fiesta volvió a entrar en mi mundo, las luces de la casa me molestaban un poco luego de estar tanto tiempo bajo la luna pero no era la gran cosa.
-No te vayas- rogó tomando mi antebrazo- por favor quédate conmigo.
 Quise morir en ese instante. Rápidamente uno de sus brazos se posó en mi espalda y me llevó hacia él mientras yo apenas podía respirar...
-Tom detente- susurré apenas, sus labios se estaban acercando peligrosamente y no debía... yo...
-¿Segura?- Su nariz ya rosaba la mía.
-Si... Tom detente- gemí- por favor, no me hagas esto...
 Ya podía hasta sentir su respiración... yo quería pero... no, no lo haría.
-¡Detente!- dije esta vez más alto y pude sentir como alguien empujaba a Tom.
-¿Qué parte de "detente" no comprendes?- una voz no muy familiar salió a mi defensa.

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Hola! :3
Si, volvió Tom... era predecible la sorpresa pero bueno, tenían que volver poh >:| jajajajaja
Espero que les haya gustado este extraño cap e_e es super raro... pero bueno, así salió y nada lo cambiará xD
Gracias por sus muchos comentarios <3
Las adoro infinitamente :3


domingo, 21 de agosto de 2011

Capítulo 9: "La sorpresa menos sorprendente"

 Dimos dos pasos dentro de la habitación sin sentir nada, antes de dar el tercero, muchas personas comenzaron a aparecer por todos los rincones imaginables y gritaron al unísono "sorpresa".
 Simone retrocedió, los pasos antes dados, sorprendida y gritó de emoción. El lugar se llenó de risas y poco a poco todos comenzaron a rodearnos para saludar a la festejada que aún estaba atónita a mi lado.
 Me escabullí rápidamente a mi habitación y me cambié de ropa, debía estar presentable para el resto. Comencé a maquillarme a una velocidad sorprendente, bueno que no era mucho, y le di los últimos toques a mi pelo, estaba medianamente presentable para mi gusto.
 Bajé las escaleras ansiosa por ver el trabajo que mi familia había hecho para mi querida vecina, que no había podido apreciar hace unos segundos, y quedé maravillada, estaba todo hermoso.
 La fila para saludar a la festejada aún no acababa, la casa estaba saturada de personas, rostros desconocidos por muchos lugares, me sentía un poco ajena.
 Pasé la vista por sobre todos los rostros antes de bajar por completo las escaleras y pude ver cuatro rostros familiares, al fin.
-Hola- saludé acercándome rápidamente a estos- ¿cómo están?
-Te ves hermosa- comentó Logan sin responder mi pregunta. Me sonrojé por su culpa.
-Gracias- dije sin darle mucha importancia- ¿cómo están chicas?
-Muy bien gracias- respondió Carmen sonriente, su vestido le sentaba muy bien, se había puesto un hermoso collar negro que resaltaba en su piel y hacia contraste con su vestido, era perfecto.
 Sonreí ampliamente, me sentía muy bien porque todo había salido tal y como estaba planeado, la fiesta era un éxito.
-Gracias por invitarme- gritó Gaby por sobre el ruido de las otras conversaciones. Gaby igual había comprado un vestido, era negro y con algunos diseños un poco a la antigua, se veía increíble.
 Comenzamos a hablar sobre cualquier cosa. Vi como mamá cruzaba frente a nosotras un par de veces, acarreando platos, vasos, etc... y decidí ayudarla.
-¿Les sirvo a los invitados?- pregunté sonriente a su lado.
-No hay problema, disfruta si quieres...- Psicología inversa, mamá siempre me causaba cargo de conciencia.
 Tomé un par de fuentes con cosas para comer y comencé a pasearme por entre los invitados, a mitad del camino ya no tenía nada.
-Cariño- alguien me llamaba- aquí- Simone comenzó a mover su brazo- Gracias por todo.
 Sonreí como respuesta pues si gritaba algo se iba a ver extraño entre tanta gente. Pía se acercó a ayudarme con unas bandejas, y aún no empezaba nada, era el cóctel solamente.
 Sin decir palabra comenzó a moverse delante mío o a mi lado y rápidamente repartimos todo. El vestido anaranjado de Pía le sentaba increíblemente bien, se había alisado el pelo y hecho unos pequeños rulos en la punta de este.
-Mamá, ¿y la sorpresa de Simone?- pregunté depositando las bandejas a su lado.
-Más tarde cariño- respondió sonriente- en cualquier minuto la verás.
 El humo comenzó a llenar la sala y preferí salir al patio trasero de la casa, me estaba ahogado ahí dentro. Alcé la vista hacia la luna, estaba llena, esta se alzaba majestuosamente sobre nuestras cabezas y resplandecía como pocas veces la había visto. Era increíble.
-Hola- sentí una voz masculina a mis espaldas, giré de inmediato.- Soy Arthur y tu eres...?
-(tu nombre)- sonreí ante aquél chico más alto que yo, tenía el pelo castaño claro y los ojos pardos.
-Un placer conocerte- dijo besando mi mejilla- no te había visto... ¿eres familiar de Simone?
-No, soy la dueña de casa, nosotros organizamos la fiesta.- Quizás soné un poco orgullosa... pero así me sentía, con orgullo por haber planeado algo tan genial.
-Oh, que bien- sonrió de vuelta- yo soy sobrino de Gordon.
 Comenzamos a hablar sobre nosotros, él me contó que era de una ciudad cercana, no recuerdo el nombre, y  que tenía 18 años. El próximo año planeaba venir a estudiar acá, a Hamburgo.
-Hija- llamó alguien interrumpiendo nuestra animada conversación- lo siento- se disculpó mamá- ya está lista la sorpresa.
 Entré ansiosa a la fiesta, seguida de Arthur, y me instalé lo más cerca posible de mamá. La sala poco a poco fue quedando en silencio y mamá se aclaró la garganta para comenzar.
-Querida Simone- sonrió- espero que estés disfrutando la fiesta, ha sido un gran placer conocerte, vivir contigo estos meses que llevamos en Alemania.- tomó aire rápidamente, estaba ansiosa por lo visto- Y no encontré mejor regalo, porque algo comprado en una tienda no alcanza para ti, que traer esto.
 Miré a todos lados intentando ver que había traído pero no vi nada. Las luces se apagaron un par de segundos y la habitación se llenó de murmullos. El resplandor de la luna permitía ver siluetas por todos lados, una se acercó a mi.
-¿Miedo?- reconocí la voz de Arthur, luego me rodeó los hombros con sus brazos.
-No- susurré- solo expectación.
 Pude sentir como el ventanal trasero de la casa, que servía como puerta pues llegaba al piso, se abría y algo comenzó a acercarse.
 La luz volvió al salón y ahí se encontraba la sorpresa, dos altos chicos se abrían paso entre la multitud hacia su madre. Simone estaba al borde de las lágrimas y yo también... no esperaba ver eso.
 En mi mente no se oían los murmullos de la gente, las risas, los aplausos felicitaciones... nada. La lenta y suave melodía de la caja musical comenzó a sonar en mi subconsciente al verlo ahí, tan hermoso como siempre, tan insoportablemente hermoso.
 Vi la escena como en tercera persona, me sentía ausente. La mirada de mamá se posó en la mía, sonriente, buscando una sonrisa de vuelta y lo hice forzadamente, creo que se asustó un poco.
-Chico- su voz sonaba lejana, no iba dirigida a mi- ¿puedes llevarla a ese sillón? creo que se descompensó.
 Los brazos que me rodeaban comenzaron a moverme, a empujarme, hacia el sillón más cercano. Pude advertir como la mirada de... él... se dirigía a nosotros, frunció el ceño.
 Arthur me hablaba pero yo solo respondía con monosílabos. Estaba bien, solo quería un poco de soledad.
-Voy a salir un poco- anuncié poniéndome lentamente de pie. Subir a mi habitación implicaba pasar por su lado.
-¿Te acompaño?- se ofreció aquel chico pero no acepté.
 Caminé lentamente hacia la salida, pude divisar a Logan y Gaby hablando muy animados en un rincón de la habitación, mis amigas no se veían por ninguna parte.
 El aire un poco templado del patio me sentó mejor, estaba puro, sin tabaco, sin respiraciones de otros, sin problemas... era... mi aire.
 Caminé hasta unas bancas que mamá había puesto en el patio y me senté con la vista perdida en el suelo, hubiese contemplado las estrellas pero eso implicaba levantar la vista y no quería hacer fuerza en nada.
 ¿Por qué tenía que ser justo esa sorpresa? Mamá me dijo un millón de veces que ellos no vendrían y ahora... ahora estaban ahí, disfrutando de la fiesta en el interior de la casa. Gran fiesta.
 El sonido de la gente y la música, llegaba lejano. Mi mente era un revoltijo de recuerdos, imágenes, sonidos, sabores... todo estaba en una tormenta, sentía que de un momento a otro iba a explotar...
 Cerré los ojos con fuerza para aplastar todo el remolino que en mi mente se formaba pero no sirvió, una lágrima se desplazó lentamente por mi rostro, eterna.
 Un par de brazos rodearon mi espalda y sentí como alguien posaba su mandíbula sobre mi cabeza. No giré por miedo a una terrible verdad.
-(tu nombre)- susurró aspirando el olor de mi cabello, mi nombre sonaba a gloria desde sus labios- por fin te veo.


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Hallo! Creo que me ha vuelto un poco la inspiración e_e creo... no se que piensen ustedes :3
Ah... ahí está un poco de esta fiesta... la narraría toda de inmediato pero eso le quita el suspenso... además... no se que pasará :]
Las adoro por apoyarme siempre, aunque los caps no sean los mejores :D
Ustedes son las mejores <3
Cuidense <3

sábado, 20 de agosto de 2011

Capítulo 8: "Se acerca el momento."


 Mañana era el día de la sorpresa para Simone, al fin llegaría aquel ansiado cumpleaños. Mamá ya tenía todo listo, las cosas compradas, la gente invitada... TODO.
-¿No invitarás a sus hijos?- pregunté solo para asegurarme.
-Están de gira cariño, es mejor que no los interrumpamos.- Si, era mejor que no volvieran... solo quería estar segura.
 Me dijeron que invitara a un par de amigos para no sentirme sola, claro. Invité a Carmen y Pía, Logan se coló... y solo ellos. Pensé en invitar a otros compañeros de clase pero en realidad no sabría a quien.
-Gaby!- pensé en voz alta y mamá me quedó mirando- me faltó invitar a... una amiga.
 ¿Cómo conseguiría su número? Yo quería que ella estuviese ahí, al fin y al cabo, Simone la conocía.
 Subí a revisar mi celular y me di cuenta que nunca le pedí el número... la única forma de contactarme con ella sería...
-Hallo Bill- saludé nerviosa cuando contestó.
-Hola pequeña.
-Bill, necesito un favor...
-¿Cómo estás Bill?, bien gracias, y tu?- comenzó a decir algo molesto- ¿no te preocupas por mi?
-Lo siento, ¿cómo estás?- dije riendo.
-Muy bien...- vaciló- ¿y tu?
 ¿Conocería Bill las fotos? Seguro que si, era su hermano, su gemelo.
-De maravilla- mentí.
-No se nota demasiado- hizo algo así como un chasquido con su lengua- ¿qué me querías preguntar?
-Ah, claro... ¿me das el número de Gaby?
-¿Gaby? ¿para qué quieres su número?- sonaba muy, muy confundido.
-Eh... quiero ver a Puppi, hace siglos que no veo a ese lindo perrito.- Dije intentando sonar alegre.
 Supongo que lo creyó porque no hizo más preguntas y luego me dictó el número, era todo lo que necesitaba saber de esos Kaulitz.
-Bill- se escuchó una voz a lo lejos- ¿con quién hablas?- luego hubo un corto sonido, como si tapasen el celular... pero de todos modos escuché- Cállate Tom, es (tu nombre).
 Me quedé congelada, con el dedo puesto sobre la tecla para cortar pero se me hacía imposible hacerlo, alguna parte de mi subconsciente quería escuchar su voz un poco más.
-¿(tu nombre)?- Aún podía oírlo- ¿Qué haces tu hablando con ella?- sonaba molesto- Mejor entregame el celular a mi que...- se oía desde el otro lado un forcejeo enorme.
-¿Bill?- pregunté con un leve tono de quiebre en la voz.
-¿(tu nombre)?- alguno de los dos habló- soy yo, Tom... por favor... desblo...contéstame el celular yo...
 No soporté más y corté, había hecho una promesa conmigo misma y no la iba a quebrar, no hablaría con Tom.
 Llamé a Gaby más tarde y aceptó de inmediato la oferta, sabía que ella nos querría acompañar.
 La tarde se hizo aburrida, mamá corría a todos lados preparando las cosas. Mi misión mañana sería acompañar a Simone al centro comercial y estar allá un par de horas... todo estaría perfecto.
-¿Mamá te ayudo?- nunca pronunciaba esas palabras pero ahora lo sentí necesario, ya veía que de un momento a otro colapsaba.
-Por favor!- gimió llevando unas cosas al desván.
 El resto de mi tarde-noche se fue en ayudar a mamá, papá llegaría tarde pues estaba en una reunión de trabajo y mi hermanito estaba dormido, para nuestra suerte.
-Es mejor que te duermas- sentenció mamá- mañana no irás al colegio, ya hablé con las madres de tus amigas e irán a comprarse una buena tenida para la fiesta, ¿si?
-Claro- dije colgándome de su cuello- eres la mejor!
 Me fui a dormir con una extraña sensación. Mañana sería un día distinto, eso estaba más que claro, pero tenía el presentimiento de que sería algo más que distinto...
-Despierta- una voz no muy habitual a esas horas interrumpía mi sueño- vamos (tu nombre), debemos ir de compras.
 Abrí los ojos con cierta dificultad y pude ver a mis dos amigas expectantes frente a mi cama, ya estaban listas.
 Me levanté con un poco más de ánimo y rápidamente me arreglé para salir, el día estaba hermoso.
-Chicas, hay algo que hacer antes.- Anuncié caminando a casa de Simone.
-Hola lindas- saludó cuando abrió la puerta.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Gritamos las tres juntas.
 Simone sonrió como pequeña, en ese gesto se veía tan igual a sus hijos, más igual de lo que yo hubiese querido... en un momento me pareció que tenía un pircing y trenzas.
 Sacudí la cabeza para despejar un poco mi mente -Más tarde te pasaré a buscar para ir al centro comercial, ¿si?
-Claro- dijo sin quitar esa reluciente sonrisa mi querida vecina.
 Nos despedimos y fuimos camino a nuestro primer destino, una tienda de vestidos. La fiesta no sería de gala, pero tampoco tan informal, había que verse lindas.
 Luego de recorrer un montón de tiendas, las tres quedamos conformes. La primera en elegir fui yo, la verdad es que no me fascinan demasiado los vestidos pero en cuanto vi aquel vestido azul quedé hipnotizada, sabía que era el elegido.
-Es perfecto- exclamó Carmen cuando salí del probador. Y así de perfecto lo compré, Carmen y Pía eligieron lila y anaranjado, respectivamente.
 Fuimos, después, a comprar zapatos y bueno, cosas para ponerse con el vestido, accesorios, etc... y cuando ya terminamos miré la hora, ya era hora de sacar a Simone de su casa.
-Chicas, ¡estamos atrasadas!- grité corriendo fuera del centro comercial al cual volvería en un rato más.
 Llegamos a casa con los pulmones a punto de explotar y dejamos las cosas en su lugar. Mis amigas ayudarían a mamá y yo iría sola con Simone, salida de amigas.
-¿Estás lista?- pregunté cuando me atendió en su casa, de paso le extendí la bolsa con mi regalo.
-Claro- sonrió- muchas gracias linda, no tenías que preocuparte.
 No dije nada y la observé mientras abría lentamente mi regalo. Pude ver un brillo especial en sus ojos cuando lo vio.
-¡Qué hermoso!- exclamó con la voz un poco apretada- me encantó cariño.
 Le di un fuerte abrazo, que ella correspondió y luego nos separamos para emprender camino.
-Pero... ¿tu madre no viene?
-No, mi hermanito está un poco enfermo y bueno, se tiene que quedar con él.- Ya teníamos la mentira preparada.
-Pero vayamos a tu casa y...
-No- le corté- salgamos...
 Prácticamente la empujé fuera del condominio y tomamos rumbo al repetido centro comercial, ya lo estaba comenzando a odiar.
 La invité a tomar un helado para comenzar el festejo y aceptó de inmediato. Pensé que estaría un poco triste por no celebrar o por estar lejos de sus hijos pero no comentó nada hasta que yo toqué el tema.
-¿No extraña a los chicos en estos momentos?
-Claro que si- sonrió melancólica- pero se que es su trabajo y están realizando su famoso sueño, siempre me lo repito cuando los extraño. Además no es el primero ni el último cumpleaños al que no vendrán, lo han hecho antes pero no me molesto porque se que no es intencional.
 Me dio un poco de pena saber eso, y también culpabilidad porque he deseado tanto no ver a Tom que seguramente por eso no pudo venir...
 Cambié el tema rápidamente para no comenzar a hiperventilar la tristeza que me estaba consumiendo en ese momento.
 Mi celular vibró casi todo el tiempo, estaba en contacto constante con las chicas desde mi hogar para calcular cuando deberíamos volver.
-¿Y por qué tantos mensajes?- preguntó curiosa mi querida amiga.
-No es nada... un... un amigo- titubee.
-¿Amigo?- dijo casi ofendida, lo había olvidado... se suponía que Tom y yo...
-¿Dije amigo?- me hice la idiota- quise decir amiga, una amiga.
 No dijo nada más pero luego de eso se vio un poco más esquiva, más resistente a mi cariño... creo que se molestó un poco.
-Ya, ¿vamos a casa?- pregunté ansiosa cuando las chicas me dieron la señal.
-¿Tienes planes más tarde?- preguntó en un tono algo molesto, estaba celosa por... se notaba que ella no sabía lo que su hijito había hecho.
-No, ya hemos recorrido todo, quizás ahora mamá esté desocupada- sonreí.
 Al final se dio por vencida y bajó ese escudo que hace un rato la estaba cubriendo, volvió a ser mi querida Simone.
 El camino a casa se me hizo muy corto, estaba tan ansiosa que no notaba nada de lo que hacía, solo quería llegar a casa y ver la cara de felicidad de Simone. Además aún tenía esa extraña sensación que anoche me acompañaba, algo pasaría.
 Teclee un último mensaje cuando faltaban solo un par de minutos para llegar a casa, debían estar todos preparados.
 Cuando bajamos el autobús, el cielo ya estaba oscuro y las estrellas dominaban la noche, habíamos pasado toda la tarde en aquél lugar.
-Mira que oscuro está- comentó Simone- es una hermosa noche.
-Si que lo es- afirmé- y recién comienza...- Me miró con cara de no comprender nada y así era mejor, casi digo todo antes de tiempo.
 Nos acercamos lentamente a casa, solo un par de luces la alumbraban. Mi adrenalina estaba al máximo, algo me decía que aún faltaba lo mejor.
 Giré la llave de la puerta hasta que sentí el "clic" que anunciaba que ya estaba abierta y la empujé suavemente...
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 Hola!
Me he demorado algo en escribir esto e_e pero es que no sabía como hacerlo >-< así que gasté al máximo mis neuronas y lo hice... hasta un brazo me duele ahora... creo que la tendinitis está volviendo, mala señal ._.
 Lo siento si no está muy divertido... pero mañana viene la fiesta.. eaea hahaha xD
 Las Adoro infinitamente, ya lo saben :]
 Gracias por tooooooodos sus comentarios... y que bueno que les dio risa lo del anterior ajajaj a mi igual me dio risa cuando lo pensé, por eso lo puse :3
 Cuidense <3

miércoles, 17 de agosto de 2011

Capítulo 7: "Tentación..."

-Ah... Hola Logan, siempre atravesándote cuando intento correr- dije riendo un poco forzada.
-Lo siento- se sonrojó.
-¿Qué haces por aquí?- comencé a arreglarme el pelo ya que seguramente me había despeinado.
-Eh... Busco un regalo para mi hermano pequeño, mañana es su cumpleaños...
 Woow, tenía un hermano pequeño, igual que yo.
-Que bien- sonreí- ahora yo... me voy.
 No quería hablar con nadie ahora, quería correr a esa cosa fotográfica a buscar el regalo de Simone y luego ir a mi casa a... no hacer nada.
-Un minuto- me detuvo- tu igual tienes un hermano pequeño, de casi la misma edad...- sonrió- ayúdame a buscarle un regalo- puso cara de pena- por favor...
 Lo miré unos instantes intentando sacar el valor para decirle que no pero... ¡su cara!- Ok- exclamé rendida al final.
 Recorrimos un par de tiendas mirando todos los juguetes que posiblemente le gustarían a su hermano, autos, camiones, pelotas, animales... un sin fin de cosas.
-Mira esto- dijo poniendo frente a mi un gran juego de soldados- le encantará.
-Claro- sonreí y algo distrajo mi atención, mi celular vibraba.
-Voy a pagarlo y vuelvo- se dio la vuelta y miré la pantalla de mi aparato, era él.
-No (tu nombre)- me repetí bajito- no lo harás.
 Para asegurarme de no hacerlo, de no contestar, decidí bloquear el número. No caería ante él nuevamente, no lo iba a hacer.
 Logan volvió casi de inmediato y me acompañó a retirar el regalo de Simone. Me preguntó quién era y le conté solo que era mi vecina, nada más de detalles... se notaba que él no la conocía.
-Linda foto- dijo mirándome de forma pícara cuando estaba arreglando unas cosas.
-Gracias- sonreí ignorándolo.
 Me invitó a comer algo al patio de comidas de ese lugar. Él eligió una pizza individual y lo imité, se veían deliciosas.
 Intentó abordar un par de veces el tema de ayer, de los besos, la plaza... bueno, todo eso... pero desvié el tema en todo momento, no quería hablar de relaciones, de sentimientos, con nadie... creo que los había perdido un poco.
-Ahora... me voy a casa- anuncié cuando salimos del centro comercial.
-Pero te acompaño- se ofreció de inmediato, era de esperarse.
-Ok...
 Tomamos un autobús a mi casa y nos bajamos ambos en la entrada, vivía cerca.
-Gracias por traerme- sonreí cuando ya estabamos en la entrada, no podía ser descortés.
-Gracias a ti por ayudarme a elegir el regalo- ambos comenzamos a reír.
-Nos vemos, adiós.- Me acerqué para besarle la mejilla pero intentó mover la cara, no se rendía.- No- Dije tomando con fuerza su rostro para girarlo y poder depositar el beso en el lugar que correspondía, su mejilla- adiós.
 Corrí rápidamente a casa pero mi celular volvió a vibrar por lo que me detuve a ver quien era, para mi sorpresa era Bill.
 Le iba a contestar pero... cortó de inmediato, seguramente se equivocó de teléfono.
 Llegué a casa y les mostré el regalo a mis padres, les gustó. Luego me fui a mi habitación a... a nada en especial, solo me fui a mi habitación.
 Busqué en mi celular todo aquello que me recordase a Tom, mensajes, registros de llamadas, imágenes... TODO. Pensé en borrarlos pero no fui capaz. Al final terminé dejando todo en su lugar y abriendo la cajita musical, el papel se deslizó en mis manos cuando la ladee un poco. Estaba más gastado que antes, lo había abierto innumerables veces y ahí seguía siempre el mismo mensaje, falso mensaje. Lo releí hasta que las lagrimas terminaron de caer y me quedé sola, con la melodía infinita de la caja musical.

Narra Tom.

 La ventana abierta del auto permitía que el aire circulara con facilidad, el día estaba excelente, bueno, la tarde-noche.
 Me he dedicado desde hace un par de días a llamar a (tu nombre) hasta el cansancio, pero nada, ni un "Tom, hola" he conseguido. Hoy me contestó y dijo "Hola, aquí estoy"... pero creo que no era para mi porque cuando le hablé de vuelta sentí un golpe de respiración... o falta de esta, no lo sé, y luego como cayó al piso. La siguiente voz fue de su hermanito.
 No entendía por que no me contestaba, que yo supiera no había razón alguna que ella conociera para molestarse.
 Me estacioné en el hotel donde nos hospedábamos y bajé cubierto para que no me viesen las fans, estábamos en Italia.
 Los guardias estaban en la entrada y me rodearon de inmediato cuando me bajé, rutina, solo eso.
-Bill- dije cuando abrí la puerta de su habitación- me prestas un minuto tu celular.
 Hace un par de horas había notado algo, al llamar a (tu nombre) ahora el celular ni siquiera marcaba... quizás estaba malo o...
-Claro- me lo extendió sin comprender.
 Marqué su número rápidamente y lo puse en mi oído, el sonido de que, en efecto, estaba marcando, solo comprobó mi triste hipótesis- Me bloqueó- susurré cortando rápidamente la llamada y devolviendo el celular a mi hermanito.
-¿Qué?- preguntó intrigado.
-Nada- dije cortante y salí de su habitación rumbo a la mía, quería estar solo.
 No entendía el por que de sus actos, en serio que no... la última llamada había sido tan... cursi, tan diferente a lo que soy, algo que no había sido con nadie antes, le mostré una parte desconocida de mi, y ahora ella se dignaba a no contestar, genial.
 Comencé a tocar guitarra, aburrido, y practiqué un poco para el concierto del día siguiente. No sé si estuve así un par de minutos, un par de horas... pero un golpe en la puerta me sacó de mi mini-ensayo.
-Tom- bufó Bill furioso cuando le abrí la puerta. Me sorprendió un poco verlo así- Te odio...- sus palabras destilaban un... no se qué, que no me gustó.
-¿Qué?- pregunté- ¿qué hice ahora?
-¿Qué hice ahora?- me imitó con ironía- Cuando terminamos te dije claramente que no quería que la hicieras sufrir ni un poco- soltó enojado.- Me avergüenzo de haber confiado en ti...
 Lo miré confundido, aún no entendía nada de sus palabras...
-¿Ahora no comprendes?- siguió en el mismo tono de antes- eres un... un...- suspiró- no vale decir la pena que eres...
-¡Hey!- Lo empujé- deja de insultarme sin sentido y aclara... ¡¿DE QUÉ HABLAS?!
-(tu nombre)- gritó- de ella hablo- tomó un poco de aire- de ella, de ti y de esa... esa... esa ¡BITCH!- ¿Perra? ¿A quién se refería?
 Di la vuelta para poder pensar con claridad, ver su cara de odio no me ayudaba en nada. ¿Qué podría haber hecho yo con alguna... perra... como él dijo, para que se enojara tanto...?
-Chantelle- dije empezando a comprender las cosas.
-Si, esa...- escuché a mi hermano- ¿Has visto las nuevas portadas de diarios, revistas y... en fin, las nuevas imágenes que llenan la web?
-Mierda- exclamé, ahora comprendía todo.
 El día anterior a la última llamada que ella contestó, algo sucedió. Mientras daba unas vueltas por el hotel anterior a este, en Francia, me topé con una rubia bastante buena, me era cara familiar...
Flash Back.
-Hola- saludó una guapa rubia.
-Hola- respondí intentando recordar ese rostro, sabía que antes lo había visto.
-Soy Chantelle y tu... Tom Kaulitz, ¿no?- dijo acercándose un poco más, coqueta.
-Si- sonreí. Chantelle Paige, era una cantante... con razón me parecía familiar.
-¿Qué haces por aquí?- preguntó.
-Conciertos... ya sabes...
Fin Flash Back.
 No se en que momento la invité a salir y fuimos a un bar, nos tomamos un par de tragos y luego nos fuimos a mi auto...
 Bill salió de mi habitación golpeando la puerta, disipando mi recuerdo.
-Mierda- repetí- esto no puede ser...
 Abrí mi laptop y teclee en el buscador "Tom Kaulitz", era un poco emocionante poner mi nombre ahí y ver el montón de cosas que aparecían, pero yo buscaba otra cosa, noticias.
 "Tom Kaulitz y Chantelle Paige, la nueva pareja del espectáculo" era el título que coronaba un montón de fotografías de ese día. Había una en donde caminábamos, a pocas cuadras del bar, otras del auto... malditos paparazzi....
-No, no, no- susurré solo, angustiado- (tu nombre) no pudo ver esto.
 ¿Qué estaría pensando?, ¿cuánto me odiaría? Seguramente pensaba que yo era un idiota, un mentiroso que solo había jugado con ella y... que idiota fui.
 Todo por las malditas tentaciones... todo por culpa de... de mamá, si, por no inculcarme sobre Dios. Seguramente si hubiese rezado esa tonta oración cada noche "no me dejes caer en la tentación y líbrame de todo mal, Amén" ahora no hubiese dañado a (tu nombre), malditas tentaciones... ok, no era culpa de mamá, ni de Dios...
-Diablos Tom- dije frente al espejo, había apagado el laptop- es todo tu culpa.

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Hola :3
Woho, quedó super corto :/ y eso que lo alargué haha
Espero que les guste ^^ Ahora... debo estudiar, esta semana ha estado llena de cosas ¬¬
Las Adoro infinitamente <3
Cuídense!

lunes, 15 de agosto de 2011

Capítulo 6: "Preparativos para la... sorpresa"


 La miré avergonzada, creo que si había visto, mucho, y lo había mal interpretado. Maldita suerte.
-Carmen... no es lo que tu crees... solo viste una parte de...
-Hey, no me tienes que dar explicaciones- me interrumpió- solo que pensé que eras distinta; claro, Tom te hace sufrir y vas, buscas otro y todo listo... no importa, ahora sé con quien realmente estoy hablando.- Se volteó hacia su asiento y no dijo más. Pía miraba sin decir nada.
 Me dio un poco de coraje que llegara y dijese eso, como si lo que hizo Tom no fuese suficiente, aunque no era excusa... pero ella no sabía nada.
-¿Así que eso piensas de mi?- le dije pero no volteó- entonces quédate con eso, no sabes de que hablas, ¿si?, no estás en mis zapatos.
 Pía intentó hablarme de eso durante la clase pero no la dejé, no quería hablar en ese momento o iba a explotar... no sé si a gritos, en llanto... no sé, estaba tan inestable este último tiempo que temía a mi propia reacción.
 En el descanso me escapé de las chicas, me escapé de todos y me fui a la biblioteca, sabía que ahí no me encontrarían.
 Había un silencio tranquilizante, justo lo que necesitaba. Los estantes, llenos de muchos libros, me rodeaban y me hacían sentir bastante protegida... era un buen escondite.
-Hola- saludó una chica mientras yo caminaba por los pasillos sin rumbo.- No te había visto por aquí antes...
-Hola- saludé de vuelta- la verdad es que nunca había entrado... es enorme todo esto.
-Si- sonrió- me llamo Vania, ¿y tu?
-(tu nombre)- respondí rápidamente.
 Se notaba menor que yo, por su voz y rasgos faciales, la verdad es que era de mi altura... si es que no un poco más alta.
 Me comenzó a hablar de muchas cosas graciosas que pasaban en la biblioteca. Chicos que intentaban sacar un libro alto y terminaban botando todo, chicas que subían a las escaleras y cuando bajaban notaban que alguien estaba mirando abajo... en fin, cosas de biblioteca.
 El timbre interrumpió nuestra animada conversación, ya había olvidado que estaba en el colegio.
-Woow, estaba entretenida...- exclamé mientras caminábamos a la entrada.
-Si, fue muy bueno tenerte hoy en la biblioteca- la chica me sonrió feliz, no parecía la típica chica ratón de laboratorio... todo lo contrario... no encajaba con ese entorno...
-Nos vemos por ahí- dije despidiéndome con la mano, un gesto que ella devolvió.
 Llegué al salón con un poco de retraso pero no me importó, me sentía mejor.
-¿Dónde te metiste?- susurró Pía.
-No importa- respondí entre dientes- luego hablamos- acabé la conversación ahí porque el profesor nos estaba mirando mucho.
 Pía me atrapó en el siguiente recreo y tuve que hablar con ella. Le conté todo, TODO con lujo de detalles para que me comprendiera, para que supiera aquello que Carmen no tenía interés en escuchar.
-Logan- dijo mirando hacia un punto fijo cuando terminé de hablar.
-Si, es increíble pero... fue Logan.
-No- sacudió la cabeza- ahí viene Logan.
 Giré en la dirección que Pía miraba y en efecto, ahí venía aquel chico.
-Hola- nos saludó a ambas- ¿cómo están?
 Me sonrojé de inmediato al recordar la escena de ayer, no lo podía mirar a los ojos.
-Bien- respondió Pía por mí- voy a comprar y vuelvo- me guiñó un ojo desde un ángulo que Logan no alcanzaba a ver y salió corriendo.
-¿Y tú como estás?- preguntó ahora acercándose un poco más a mi.
-Bien- dije retrocediendo unos pasos.
-¿Por qué te fuiste ayer?
-Eh...- vacilé- alguien nos vio... malinterpretó todo- lo fulminé con la mirada- por tu culpa.
-¿Mi culpa?- dijo sorprendido, como si nunca hubiese hecho nada- yo no te obligué a...
-¿No me obligaste?- sisee- ¿tomarme por los brazos no es obligar..?
-Pero yo no te obligué a responder...
 Quise golpearlo muchas veces, tirarle el pelo, hacerlo sufrir mucho... pero me contuve y respondí con la mayor tranquilidad que pude.
-Si, tienes razón... no me obligaste, por lo mismo no lo volveré a hacer... fue un malentendido.
 Di media vuelta y comencé a caminar firmemente. Gracias a Dios no me siguió porque no quería hablar con él.
-(tu nombre)- escuché a alguien que me llamaba.
-¿Qué quieres?- respondí con voz apática.
-Lo siento, creo que no debí criticarte así como así...- Carmen se veía realmente arrepentida... pero la iba a hacer sufrir un poco más.
-¿Y si ahora yo no quiero escucharte?- me di vuelta para que no viese mi cara, estaba aguantando la risa al escuchar sus gemidos de perrito abandonado.
-No!- gritó- por favor... perdón!!!- se lanzó a mis pies y los abrazó. Fue demasiado, exploté en carcajadas.
 Todos los que nos rodeaban se giraron a ver la escena, estábamos en medio del patio.
-Carmen- dije entre risas- por favor, suéltame que no puedo parar de reír...
-¿Te ríes de mí?- se veía molesta.
-Lo siento- intenté calmarme- es que... no estaba tan enojada, solo quería que me comprendieras...
-Perdón por no escucharte- dijo dándome un fuerte abrazo, cuando digo fuerte... es fuerte.
 El resto de las clases fueron normales, no volví a toparme con Logan y ya estaba bien con las chicas.
 Pasé a buscar a mi hermano a la salida del instituto y le pasé mi celular en el camino porque estaba molestando mucho, venía un poco molesto.
 Me detuve a comprar unas cosas que mamá había encargado y dejé a Stefano solo en la entrada, cuando salí tenía el celular en el oído.
-Hola, hola, hola- repetía muchas veces riendo... solo jugaba- ¿(tu nombre)?- preguntó mirándome- te hablan hermanita.
 Tomé el celular siguiéndole el juego, siempre hacíamos eso en casa, Stefano jugaba a que hablaba por teléfono.
-Hola- dije riendo al poner mi celular en el oído- aquí estoy.- Mi hermanito comenzó a jugar con su mochila.
-(tu nombre)?- habló una familiar voz desde el otro lado del teléfono, sorprendiéndome- ¡al fin contestas!
 Me quedé helada, era esa voz, esa ronca y familiar voz de aquella persona que tanto me hacía sufrir.
-¿(tu nombre) por qué no contestabas?
 El teléfono calló al piso y no se que pasó con él... quizás se rompió, quizás se lo tragó la tierra... no lo quería ver. Aquella voz había pronunciado mi nombre, ¿cómo se atrevía a hablarme? y además cuestionaba las cosas... LO ODIABA!
 Stefano me miró confundido y recogió el teléfono, luego se lo puso en el oído.
-Adiós- dijo en tono alegre pero se detuvo, no cortó.- Yo digo...
 Apretó el botón de colgar y luego me lo devolvió... aún me miraba extraño. No sé que expresión tenía en el rostro.
 Comenzamos a caminar a casa nuevamente... su voz aún resonaba en mi cabeza, mi nombre en su tono...
-(tu nombre)- gritó mi hermanito.
-Lo siento, dime- dije girando el pomo de la puerta.
-Dijo "Quiero que hablemos".
-Gracias- respondí besando su frente. Mi pequeño... no tenía la menor idea de cuanto me había afectado ese pequeño episodio.
 Saludé a mi familia y subí a mi habitación rápidamente, quería estar sola y... si, quería llorar. Me paré frente al espejo y vi mi reflejo, si lloraría lo haría con la frente en alto, mirándome a los ojos y no oculta en la oscuridad. Ninguna lágrima salió.
 "Idiota" repetí mil veces en mi mente, ese Kaulitz era un idiota. No le contestaría por nada del mundo, tenía dignidad.
 Mamá me llamó para darme unas indicaciones de la fiesta de Simone, dijo que debía llamar yo a la mitad de los invitados porque a ella no le alcanzaba el tiempo y que tenía que ser en horario de mañana porque la mayoría de los números eran de oficina.
-¿Le has comprado algo?- preguntó mientras yo comía una manzana.
-Rayos, lo olvidé- dije con la boca llena- más tarde voy a comprar... o ver que hago.
-Muy bien- sonrió- pero traga antes de hablar.
-Mamá- le llamé tragando lo último que tenía en la boca- ¿ustedes que le regalarán?
-Es sorpresa- dijo con una sonrisa maliciosa.
-Soy tu hija, dímelo.
-No, será sorpresa para TODOS.
 Me di por vencida, no obtendría más información, eso lo daba por seguro.
 En la tarde fui al centro comercial, recorrí miles de tiendas pero no había nada que la reflejara, ella era única.
 Me senté a descansar un poco y un gran anuncio llamó mi atención, era simple, pero grande.
-Fotografías enmarcadas- leí en voz alta. Si, eso era lo que le regalaría una fotografía de ambas, por suerte tenía una, que nos había tomado mamá, en el celular.
-Hola, ¿que desea?- preguntó la chica que atendía cuando me acerqué.
-Quiero enmarcar esta foto- dije mostrando la imagen que tenía en el celular. La chica lo tomó y conectó a una máquina, no tardó más que un par de minutos en devolvérmelo.
-¿Puede pasar a buscarlo en media hora más?- preguntó con una amable sonrisa, típica de alguien que atendía un local.
-Claro.
 Salí a dar una vuelta por el centro comercial, ya había recorrido casi todo pero me dirigí a una extraña tienda donde habían muchas revistas, quería ver algo más del mundo.
 Las portadas mostraban miles de imágenes de diversos artistas, de películas del momento, dibujos animados... y una revista llamó mi atención sobre el resto.
 Me acerqué más a la vitrina para comprobar si aquello que mis ojos era real, si, no me engañaría más a mi misma... eran unas imágenes similares a las que mostraron en televisión hace días atrás.
 Mi corazón podría haberse roto... pero ya no podía más, estaba en su límite... solo atiné a girar bruscamente y tomar camino hacia la nada con la vista baja, choqué con el torso de alguien.
-¿(tu nombre)?- Preguntó una voz masculina.
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Hallo! Vania, primita :3 ese es tu pequeño papel xD regalo por tu cumpleaños... un poco adelantado porque es mañana haha pero no puedo subir mañana ._. así que... aquí está...
Que tengas un muy lindo cumpleaños pequeña gigante... [cumplirá 14 pero es más alta que yo, mucho más alta ._.] Te Amo boba :3

Ahora... HOY SE CUMPLEN 6 AÑOS DE DURCH DEN MONSUN! Pero no es solo eso... 6 años desde que el mundo los vio... estos 6 años demuestran que llevan un montón de tiempo juntos, porque comenzaron antes *-*, y siguen tan unidos e idiotas como siempre ahahah xD
Como me encantan ^^
Espero que les agrade el cap de hoy, es super enredado... tiene muchas cosas hahaa OH! Debo estudiar historia, rayos... aún no se mucho :B mañana improvisaré para mi presentación
Las Adoro <3
Gracias por tooooooodo :D!

domingo, 14 de agosto de 2011

Capítulo 5: "Malos entendidos... o quizás no tanto."


 No supe que hacer, su lengua comenzó a deslizarse por cada parte que pudo de mi boca y poco a poco perdí la capacidad de raciocinio... me estaba tentando...
-Logan d...- susurré cuando me dio un espacio para respirar... pero hasta ahí llegó mi frase, volvió a atraparme.
 Ahora habíamos cerrado ambos los ojos, fue un mero impulso... costumbre, quizás.
 Sus besos ahora fueron más lentos... más calmados... invitándome a devolverlos... pero yo seguí intentando mantenerme firme... no le devolvería nada.
-(tu nombre)... por favor- rogó en un instante de respiración.
 No se que traía entre manos pero no se detuvo... quizás no pensó que me enojaría... quizás no le importaba... la verdad es que no entendía sus actos...
 En algún instante de ese beso no correspondido, su mano aferró con fuerza mi espalda y me apegó más a él... un gesto que yo nunca había podido resistir... si, lo admito... me rendí.
 Pude sentir como mis labios se fueron soltando y lentamente se amoldaron a los suyos. Dio un gemido bajito en señal de sentirse al fin bien y así continuamos por unos minutos...
 Aferré con fuerza mis brazos sobre su cuello y lo atraje más hacia mi, se sentía tan... tan bien.
-Gracias- dijo con la respiración entrecortada.
 Abrí los ojos y me encontré con su mirada, su dulce mirada, frente a mi... sonrió.
-Logan... yo no...
-Calla- dijo dándome un rápido beso- se que yo no te gusto, que quizás no sentiste nada por mi... pero no importa.
 Lo miré atónita y no supe que hacer, que decir... él solo se entregaba por nada, sin importarle lo que él sentía... ¿algo le fallaba?
 Me recordó a Bill... ¿cuál era la extraña manía de auto-herirse para darme felicidad? La verdad... es que nunca la obtuve...
 Lo abracé con fuerza por el torso, no quería verlo a los ojos, no quería ver aquellos ojos esperanzados, no quería hacerle daño... no dañaría a nadie como lo hicieron conmigo.
 Sentí que alguien nos observaba y comencé a rodear el lugar con la mirada. Si, era un lugar público pero sentía que esa mirada era dirigida completamente hacia nosotros.
-Carmen?- susurré cuando vi a mi amiga corriendo en una dirección opuesta... ¿cuánto de lo sucedido habría visto?
-¿Dijiste algo?
-Logan... lo siento... debo irme, nos vemos mañana...
 Corrí en la misma dirección que mi amiga, aún la podía ver a lo lejos... ¿por qué huía?
-¡Carmen!- grité tomando aire con fuerza- ¡Detente!
 Giró en una esquina y desapareció. "Estúpida Carmen" sisee entre dientes, me había dejado botada... en la nada... Scheisse, estaba perdida.
 Miré hacia todos lados intentando ubicarme... pero solo vi calles y calles enfiladas frente a mi. El sol ya estaba bajando...
 Caminé intentando tomar la dirección en donde dejé a Logan, quizás aún seguía ahí... pero no vi nada... no llegué al parque que buscaba.
-Hola- saludé a un chico que estaba ahí- ¿me puedes decir como llegar al condominio XXXXXX?
-Claro, solo debes subir al autobús número 7 y ese te deja en la entrada- sonrió.
-Gracias- le sonreí de vuelta pero recordé que no sabía donde tomar autobuses acá.- Otra cosa... ¿dónde tomo el autobús?
 El chico comenzó a reír y me dirigió a una parada que estaba a dos calles, luego se despidió besando mi mejilla, como el mejor de los amigos, y se fue, claro que antes le volví a agradecer.
 Pasados unos segundos pasó el famoso autobús y volví a casa, mis padres me estaban esperando.
-¿Tan tarde?- preguntó papá mirando el reloj de la pared- son casi las 8...
-Lo siento, lo he pasado genial- otra vez tuve que forzar mi rostro para formar ese feliz gesto.
-Eso es bueno- comentó mamá- hija... la próxima semana es el cumpleaños de Simone, le prepararemos una fiesta.
-¿En serio?- pregunté emocionada. A pesar de todo, a pesar de que su hijo no merecía ser nombrado por haber roto mi corazón... a ella la seguía queriendo.
-Si, debes preparar algunas cosas...
 Me encomendaron reunir a un montón de gente, para eso debía conseguirme su agenda... y para eso mismo debía ir a su casa.
-Ok, vuelvo más tarde- anuncié saliendo de casa.
 Simone me recibió con un cálido abrazo y me invitó a cenar, lo necesitaba bastante pues no había comido nada desde... los helados.
 Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar su beso, su mirada penetrante, el roce de su lengua contra mis labios...
-¿(tu nombre)?- repitió Simone moviéndome un poco- ¿me has oído?
-Eh... no, lo siento- me sonrojé.
-Bueno, te decía que hoy hablé con los chicos, Tom dijo que te extrañaba- ella estaba sonriente, claro, le encantaba la idea de que estuviese con su hijo.
 Mis ojos se tornaron llorosos... ¿cómo podía seguir haciéndome sufrir así? No entendía sus propósitos, no sabía a que quería llegar al mostrarse con una chica y luego decir que me extraña... ¿acaso le gustaba mi dolor?
-¿Estás bien?- preguntó alzando mi mentón y se percató de la situación, luego me dio un fuerte abrazo.
 Comencé a llorar nuevamente, lloré en los brazos de la madre de mi pesadilla. Me sentía protegida y traicionada a la vez... no quería sufrir por él.
-Yo igual lo extraño- dijo con una suave voz- pero pienso que está cumpliendo su sueño... y me doy por satisfecha...
 Si supiera ella el motivo de mis lágrimas en estos momentos... no era extrañarlo... bueno, en parte si, pero era más el sentimiento de desprecio hacia él... y me dolía despreciarlo porque era como partir mi alma en dos y poner ambas partes en contra, luchando por ver cual sobrevivía, la que lo amaba o la que lo odiaba.
 Me abrazó hasta que los sollozos se disiparon completamente, luego intentó cambiar el tema y aproveché la instancia para conseguir información de sus contactos.
-Te traeré un trozo de pastel- anunció sonriente y salió de la sala.
 Rápidamente me dirigí al teléfono que estaba en una esquina de la sala y comencé a mirar. Al lado izquierdo se encontraba la agenda. La tomé con una mano y con la otra comencé a fotografiar las páginas con mi celular... me sentía como una super-espía.
-¿Quieres más jugo?- preguntó desde la cocina.
-Si, por favor- respondí dejando la agenda en su lugar y volviendo a mi asiento. El trabajo ya estaba listo.
 Me serví lo que Simone había traído y volví a casa. Mamá me felicito por mi trabajo.
 Me acosté de inmediato pues había sido un largo día... no lo había mencionado... hoy tuve 6 llamadas perdidas de... él.
 Desperté con el sol chocando de frente con mi cara, al parecer los días despejados seguirían por un tiempo.
 Mamá estaba abajo con Stefano, arreglándolo para ir al jardín infantil.
-Hola (tu nombre)- saludó cuando bajé- hoy se irán caminando, ¿si? papá está algo enfermo.
 Asentí y tomé a mi hermano de la mano, luego me percaté de que debía ir a dejarlo a su jardín, diablos, debía darme prisa.
-¡Vamos Stefano!- le animé mientras corríamos a nuestras respectivas direcciones- no te canses aún.
-Mis piecesitos- se quejó- me duelen...
 Me dio un poco de pena- Prometo que te compraré una galleta en el próximo negocio.- Mi hermanito sonrió feliz y comenzó a correr más fuerte, era un aprovechado.
 Cumplí con mi promesa y de ahí en adelante nos fuimos caminando, ya faltaba poco.
-¿Te portas bien si?- le advertí en la entrada del recinto.
-¡Claro!- me besó la mejilla con un mojado beso con galletas y se alejó corriendo.
 Volví un par de cuadras y llegué a mi instituto, era increíblemente temprano aún.
-¿Te viniste volando?- preguntó Pía al verme, ella ya había llegado.
-Algo así- comenté mirando hacia todos lados, necesitaba hablar con Carmen.
 En ese mismo momento mi amiga se asomó por la puerta, genial.
-¡Carmen!- grité exaltada y esta me devolvió la mirada con odio.
-No creí que fueras ese tipo de chicas- su voz sonó fría y seca, me dolió.
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 Hallo!
 Asuman que este capítulo fue demasiado asqueroso :C Pero necesitaba ponerlo para hilar la historia... Ya verán lo que viene... ya lo verán...
 Creo que... tengo tarea que hacer y no quiero hacerlas >:| eso no va al caso pero lo debía poner e-e
Olvidé mencionarlo en el cap anterior... http://tomficlostinyou.blogspot.com/ lean esa fic :3 es buena ^^
 Gracias por sus comentarios :3 Siempre me alegran ^^
 Las Adoroo <3

sábado, 13 de agosto de 2011

Capítulo 4: "Sin sentimientos..."


 Toda la felicidad que creí tener en esos minutos se esfumó... parte de mi alma quería creer que era una mentira y la otra estaba al borde de un gran abismo... Las imágenes no mentían...
 Claro... ¿qué más iba a esperar de él? Bastaba con mirar a la chica, rubia, bronceada, alta, mayor claro, linda vestimenta... ¿y yo? Baja, pálida, pelo negro, menor y... simplemente yo, nada del otro mundo. Que ingenua...
-Idiota- susurré con los ojos anegados en lágrimas y apagué la televisión.
 Las chicas me miraban sin saber que hacer, todo aquello que hace unos minutos comentábamos ya no era más que pura basura, puras mentiras, malditas mentiras.
-(tu nombre)- sentí que alguien me hablaba pero no quería mirar quién era, las chicas no comprenderían lo que sentía en aquél momento, todo era un infierno.
 Corrí, sin mirar a nadie a mi alrededor, al baño de mi habitación, necesitaba estar sola, quería gritar pero no era lo que en ese momento convenía.
 Cerré la puerta con fuerza y puse el seguro, luego me senté en el frío piso, no importaba nada.
 Y ahí estaba, llorando en el suelo por algo que nunca existió, por unas palabras y besos que nunca significaron nada para él... que triste escena.
 Sentí pena de mi misma, pena de mis actos, de lo que sentía y seguiría sintiendo... sentí pena de todo lo que me rodeaba... por llevarme a una cruel fantasía...
-Te odio- susurré contra la nada, sintiendo como cada partícula de mi cuerpo se contagiaba con aquello.
 Los minutos pasaron, podrían haber pasado horas quizás o... se podría haber acabado el mundo y no me hubiese dado cuenta, pensándolo bien... no se podía acabar el mundo porque mi mundo ya estaba destruido.
 Tenía dos opciones, quedarme ahí por siempre sumida en mi miseria... o salir y enfrentar los restos de aquél mundo que hasta el momento me parecía real... ¿cuál era la mejor opción?
-Al fin saliste- escuché que alguien exclamaba cuando me asomé por la puerta mirando el piso, la nada. Luego unos brazos me rodearon.
 Me costó conciliar el sueño, las imágenes emitidas por la televisión seguían dando vueltas en mi retina... si cerraba los ojos era peor.
 Las chicas no dijeron mucho, me apoyaron, me dejaron llorar un poco más y luego decidí que era mejor dormir, el instituto nos esperaba.
 El día se pasó volando... quizás yo estaba ausente... la verdad es que no recuerdo nada de lo que hice. ¿Había sol hoy? ¿Me habrá hablado el profesor? Ah... que asco sentirse así.
 Estaba recostada en mi cama mirando hacia la nada, en silencio, algo estaba pensando, algo que no tenía importancia pero el celular me interrumpió. Era Tom.
 Lo miré atónita... ¿es que tenía el descaro de llamarme?
 Quise imaginar que diría que todo era mentira, que las imágenes eran mentira y me amaba con locura... pero era demasiado utópico, no volvería a ser tan estúpida.
 Lo dejé a un lado y bajé corriendo las escaleras, no quería volver a ver su nombre en la pantalla y tener la tentación de contestar, no le hablaría más.
-(tu nombre)- gritó mi hermanito al verme- me ayudas?
 Caminé hacia su lado y pude ver que estaba pegando unos papelitos en un trabajo del jardín, claro que lo ayudé.
 Me quedé en el primer piso con mi familia hasta que ya era hora de acostarse y obligatoriamente debía volver a mi habitación.
 El celular seguía en el mismo lugar en donde yo lo había puesto horas atrás. Me atreví a mirar la pantalla y tenía 12 llamadas perdidas del mismo número, no contestaría.
 Me quedé dormida de inmediato pues había jugado mucho con mi hermano y estaba agotada, quería que los días pasaran, que pasaran los años y la vida completa para no sufrir más por él...
-(tu nombre)- dijo mi padre moviendo mi brazo con delicadeza- hija te has dormido, apúrate.
 Me levanté un poco torpe y miré mi celular para ver por qué no me había despertado... claro, se había descargado por culpa de... ¡de él!
 En la entrada del instituto me estaba esperando Logan con una gran sonrisa, no se que hacía ahí aún pues yo iba atrasada.
-Hola- saludó cuando me acerqué- ¿cómo has amanecido?
-Bien- sonreí al saludarlo- atrasada eso si, entremos?
 Me dejó en la puerta de mi salón y siguió su rumbo. El profesor vio cuando se alejaba.
-Atrasada y acompañada señorita (tu apellido)- dijo en un tono irónico frente a todos cuando entré al salón.
-Lo siento- respondí con ira contenida- es que tengo AMIGOS- recalqué la última palabra para molestarlo un poco, ese profesor era un antisocial.
 Pía me habló mucho durante el día, de todo menos, ellos. Carmen se había ausentado porque tenía cosas que hacer, no recuerdo que.
-¿Vamos al centro?- me invitó cuando arreglábamos las cosas para irnos.
-Lo siento, Logan me invitó a un helado- dije sin mirarla.
 No emitió comentario pero me miró raro... luego nos despedimos y me junté con Logan en la salida del recinto.
-¿Lista?
-Lista- respondí y comenzamos a caminar.
 El día estaba despejado y un poco caluroso, especial para ir por unos helados.
-¿Qué sabor te gusta?- preguntó cuando nos instalamos en una heladería.
-Piña por favor- le pedí con una voz de niña pequeña- bañado en chocolate.- Me miró con ternura y comenzó a reír, él era un gran amigo.
 Al rato llegó con dos helados, primero me entregó el mío y luego comenzó a disfrutar de el suyo, se veía rico.
-¿De qué es?- pregunté intrigada, quería probarlo!
-Pistacho y frutos del bosque- respondió saboreándose los labios- ¿quieres?
 Saqué de inmediato y en verdad era rico, me dio mucha rabia que el suyo fuese más rico que el mío e hice un puchero, Logan solo reía.
-La próxima vez te compro uno de estos, ¿si?- asentí.
 Hablamos de muchas cosas, me preguntaba por mi familia, por mi país... hablamos del tiempo, de las personas que pasaban... en fin, un montón de cosas sin sentido que distrajeron mi mente.
 Logan me invitó luego a caminar por la ciudad, me mostró lugares que nunca había visto... y eso que ya llevaba bastante tiempo.
-Esto es fabuloso- dije contemplando un gran edificio que se alzaba ante nosotros. Según lo que él me contaba ahí se grababa el programa favorito de mamá.
-Si, aquí en Hamburgo hay un montón de lugares fantásticos... aún no has visto nada.
 Me tomó del antebrazo y comenzamos a caminar, bueno me comenzó a tirar un poco, hacia una plaza que se veía a lo lejos.
 El sol ya estaba bajando, la verdad es que habíamos estado demasiado tiempo en el centro, aunque mis padres sabían que volvería más o menos tarde, se  los había dicho.
-Ha sido genial salir hoy contigo- dijo sonriente- me alegro que ya no estés triste como el otro día.
 No, ya no estaba triste... simplemente ya no sentía nada.
-Si, ha sido muy divertido- forcé a mis músculos para que formasen una sonrisa, me costó un poco.
 Se plantó frente a mi, que iba caminando, y comenzó a mirarme a los ojos... algo quería.
-(tu nombre)... yo...- balbuceó- no puedo con esto...- se acercó lentamente hasta quedar su frente contra la mía. Intenté zafarme pero tenía mis brazos afirmados.
 Sus labios comenzaron a masajear los míos con suaves movimientos no correspondidos. Pasados unos segundos, al darse cuenta que no respondía, dejó de intentarlo y me miró a los ojos, los cuales yo no había cerrado. Sin pronunciar palabra y con un extraño brillo en los ojos, se acercó sosteniendo mi mirada y pasó levemente su lengua sobre mis labios. Automáticamente estos se abrieron y aprovechó la instancia para apoderarse completamente de mi boca.
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Hallo!
Saben... ver esas imágenes me deja mal enserio, al igual que las de Ria... si, se que soy egoísta, que ... muchas cosas... pero no se, simplemente me duelen.
Espero que les haya gustado ^^ subí temprano porque hoy vienen visitas e_e que fome [fome= aburrido, latoso] xD
Espero que les guste :] Y... no me golpeen por lo último e_e
Las Adoro infinitamente <3